El lunes, en clase de danza libre,
la profesora dijo una frase que quedó resonando en mi interior. Nos comentó que
hace un año estaba pasando una “mala racha” y en una conversación con la que
fue su maestra de danza, ésta le dijo: “descansa en cada paso”. Así es en danza
libre… poner todo el peso sobre un lado del cuerpo para que descanse el otro y
viceversa… reposar, descansar… para acumular y salir hacia... Así es en la
vida… Así es en nuestra fe…
“Descansa en cada paso”,
“descansa en cada paso”… a mí me sonó a: “Siempre y en todo momento, en cada
paso, descansa en Aquel que te creó, que te sostiene, que te da la vida… que te
ama y te lo recuerda cuando acallas tanto ruido externo e interno”. Descansa en
el Silencio, descansa en el Amor… descansa en Dios…
Y descansar no es otra cosa que
descansar: no hacer, no controlar, no manipular, aflojar, abandonarse, confiar…
Descansar es ser menos yo para dejarle ser a Él, parar, dejarse sentir, tomar
conciencia y experimentar el Amor que me habita y todo lo envuelve
Descansar en cada paso para
seguir en movimiento, para salir… Nuestro hacer, nuestro salir hacia el otro
tiene que estar enraizado y sustentado en el descanso en Aquel que nos ama. De
no ser así, nuestro hacer se convierte en pura actividad movida por nuestro ego
insatisfecho y podemos incluso caer en la tentación de sentirnos jueces de
aquellos que no obran según nuestros criterios. Nuestro salir hacia el otro
tiene que ser fruto de nuestros deseos más profundos que en definitiva son los
deseos de Dios y que no son otros que, como decía San Ignacio de Loyola, “en
todo amar y servir”. Y no se trata de hacer grandes cosas. Se trata de ser y
transmitir ese amor que somos y que se nos regala de manera gratuita en toda
circunstancia.
Si se nos recuerda que nos
conviene “descansar en cada paso” es porque solos y por nuestras propias
fuerzas no podemos hacer mucho. Necesitamos el descanso, necesitamos
alimentarnos, necesitamos volver a la Fuente para saciar nuestra sed… y seguir
en movimiento
Descansa en cada paso, descansa
en el Silencio, descansa en el Amor, descansa en Dios… Siempre y en todo
momento, en los días de sol y en los de oscuridad… Siempre y en todo momento
descansa… “Quien a Dios tiene nada le falta”
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