viernes, 18 de octubre de 2024

“¿QUÉ LE VAMOS A REGALAR A TERESITA”

 

Iba a ser la fiesta de Santa Teresita, mi amiga, hermana, intercesora… Una persona que también la quiere mucho me preguntó: “¿Qué le vamos a regalar a Teresita?”. La cuestión me agarró en curva y para evadir la responsabilidad respondí: “Si se te ocurre algo…”. Pero luego se metió el Espíritu y de repente me sorprendí diciendo: “Ella es la que nos va a regalar. Estemos atentos y dejémonos sorprender”. La realidad es que no nos dio nada, se nos dio.

Pensamos que llevamos el control de nuestra vida, que somos los que tomamos la iniciativa, y nada más lejos de la realidad. Queremos llevar la voz cantante y dirigirlo todo y no dejamos a Dios ser Dios.

Pensamos que todo depende de nosotros, de nuestro esfuerzo. En realidad somos tan frágiles y pequeños que a la mínima adversidad nos sentimos vulnerables, dependientes y necesitados.

No somos los primeros pero en el afán de conquista, de querer ser los protagonistas, de colgarnos medallitas o acumular puntos, agarramos la batuta como si lo que pusiéramos de nuestra parte fuera lo mejor y lo más valioso.

Nos cuesta reconocer que la iniciativa no es nuestra, abandonarnos y abrir los brazos a lo que se nos quiere regalar, dejarnos sorprender por lo que llega.

Ni a Dios ni a los santos les vamos a ganar en generosidad hagamos lo que hagamos.

Nos cerramos a la gracia cuando ocupamos el primer lugar

Cambiemos el chip… De hacer, a dejarnos hacer… De regalar, a recibir lo que nos quieran dar… De esforzarnos, a abandonarnos y dejarnos querer.

Cómo cambia la visión y la vida si en vez de enfocarnos en lo que depende de nosotros y podemos hacer, ponemos nuestra atención en lo que se nos regala a lo largo del día, en los mimos de Dios en cada momento.

Abramos los oídos, los ojos y el corazón. El Amor siempre está amando y desea que haya personas que lo acojan.

2 comentarios:

  1. Amén. Asi sea. Mejor, así es.

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  2. Tienes razón Gloria, en el ámbito de la Gracia, no vale nuestro esfuerzo, ya sabes: Sin mi no podéis hacer nada.

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