viernes, 4 de octubre de 2024

“TE ESTABA ESPERANDO”

 

Eran las 7.50am de la mañana. Una religiosa estaba en la puerta de la iglesia. Las primeras palabras que escuché ese día fueron: “Te estaba esperando”. Me sonó a música celestial. Yo no había quedado con ella en vernos pero… ¡Qué bonito saber que alguien te espera!. Te sientes importante y especial para esa persona.

Después, en la eucaristía, meditaba sobre esto. Con Dios pasa lo mismo. Él siempre nos está esperando. No somos los que tomamos la iniciativa para acercarnos a Él. Es Él quien con su amor nos atrae y nos espera siempre.

No hablo desde la teoría, desde el conocimiento, desde la sola fe, hablo desde la experiencia. ¡Quién como yo para, en todos estos años, alejarse una y otra vez, meterse en hoyos y enlodarse de qué maneras!. Nunca dejó de buscarme, nunca dejó de esperarme. De todas me ha sacado y sigue jalándome con más fuerza que nunca.

¡Qué bonito escucharle decir: “Te estaba esperando”!. Ante esto ya no hace falta nada, solo estar. Y lo único que brota es una sonrisa y una frase muy corta: “Aquí estoy”. Y desde luego, ahí quiero permanecer hasta el final.

Veo como otros se perdieron en el camino, y me pregunto por qué conmigo ha tenido tanta misericordia y ha sido tan insistente. Mi corto entendimiento no alcanza a comprender tanto amor inmerecido pero humildemente lo agradezco infinitamente. ¿Por qué yo?. Sólo Él sabe. Que mis oídos estén siempre atentos para reconocer su voz y seguirle solo a Él aunque eso suponga incomprensión, juicios, renuncias o pérdidas. Y si me vuelvo a despistar en el camino, que me dé la gracia de tener esa determinada determinación para volver al único sendero que puede dar plenitud a mi vida.

Me espera… Te espera… Sólo queda disponernos e ir a su encuentro.

3 comentarios:

  1. Muchas gracias, Gloria por tu bonito comentario, que bueno! Y que verdad El nos espera siempre,
    Y su misericordia día tras día.

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  2. Gloria, que preciosa reflexión!! Y que bien suena'te estaba esperando"
    Ojalá esa frase la sepamos oir en nuestro interior, cada vez que nos alejamos, a veces por enfados de la vida, que no siempre es como hemos imaginado.

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  3. El siempre nos espera, aunque nuestra llegada sea tardía.
    Gracias Gloria, ya días no te leía.
    Espero te encuentres bien.
    Saludos . Un abrazo.
    NZ

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