lunes, 20 de octubre de 2025
“BUSCANDO UNA LUZ”
Así nos pasa muchas veces en la vida. Queremos ver al menos un rayito de
luz en medio de tanta oscuridad y nos quedamos solo con el deseo.
Todos vamos en camino. Unas veces lo sentimos más llano e iluminado,
otras con más pendiente y más oscuro. En ocasiones nos sentimos y vamos muy
acompañados, en otros momentos nos encontramos solos o con muy poquitos apoyos
humanos.
Pienso en el momento de la muerte, ese tránsito que, por mucha gente que
haya alrededor, hay que realizarlo solo. Pero pienso también en otras etapas
del camino. 
Por supuesto que son importantes las personas, te podrán apoyar, animar,
consolar… pero nadie va a hacer el camino por ti y tú eres quien debe dar los
pasos. Un buen día te ves sumido en una oscuridad tremenda, se te desarman tus
seguridades, te fallan los otros. ¿En quién te apoyas entonces?. Hoy el
sacerdote en la eucaristía decía: “Están
bien las realidades humanas y materiales pero siempre y cuando no vivamos
apegados a ellas, nuestra confianza tiene que estar puesta únicamente en la
providencia de Dios”. Es en estos momentos en los que parece que todo se
vuelve oscuro cuando sientes la invitación a poner los ojos y el corazón sólo
en Jesús y seguir únicamente su voz y sus pasos.
No sé tu pero yo esos momentos de oscuridad, soledad, dudas, confusión…
prefiero verlos como una etapa de purificación en la que el Señor lo que quiere
es atraernos con su amor, y lo hace por amor y porque sabe qué es lo que más
nos conviene. Y aunque sea doloroso, también es necesario para desapegarnos de
tantas realidades terrenas y poder vivir en libertad. 
Seguir a Jesús es compartir y vivir con Él los momentos de gozo
desbordante en su entrada a Jerusalén pero también los de rechazo,
incomprensión, juicios, golpes, soledad… No es fácil, no es un camino romántico
y con flores de todos los colores. Es un camino en el que el eje transversal es
el amor pero en el que si deseamos identificarnos con Cristo vamos a vivir de
todo pero con la confianza de saber que NO ESTAMOS SOLOS. Otros muchos han
recorrido este camino, cada uno de una manera particular y distinta. Si han
podido llegar a la meta ha sido porque tenían claro a dónde iban, quién les
guiaba, quién les acompañaba y sostenía. 
Que en los momentos de consolación no bajemos la guardia, alegrémonos,
gocémonos, demos gracias pero seamos conscientes de que algo no muy grato puede
estar por llegar y ahí hay que mantenerse.
Y en los momentos de desolación no perdamos la esperanza. Perseveremos y
sigamos confiando porque de eso, más que seguro, saldremos fortalecidos. Puede
parecer un tiempo de estancamiento pero nada de eso, quien lo supera da un paso
de gigante en su crecimiento.
Que siempre y en todo momento sigamos buscando y siguiendo la LUZ.
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Gracias, Gloria, por ese mensaje tan consolador. TKM.
ResponderEliminarGracias Gloria por motivarme a continuar en camino.
ResponderEliminarMuchas gracias Gloria,por regalarnos muchos ánimos 💪
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