Cuantas veces
utilizamos mal la palabra amor o nos creemos que amamos cuando en realidad nos
buscamos a nosotros mismos o tratamos de satisfacer nuestras necesidades de
afecto, valoración, aceptación
El amor se da… el
amor no espera… el amor es gratuito… el amor es generoso… es paciente… se
entrega incondicionalmente… es feliz compartiéndose, entregándose… da libertad
a los demás para que estén donde quieran estar y con quien quieran estar…
Revisemos nuestras
relaciones y analicemos si amamos… ¿Qué damos de nosotros, qué ponemos en
juego, qué arriesgamos, a qué nos compromete…? ¿Por qué estamos con quienes
estamos: porque estamos a gusto, porque pasamos un buen rato, porque nos hace
bien, porque así llenamos nuestro tiempo…?
Una de las
cualidades del amor es su entrega desinteresada:
-
Amar es darse… me recuerda a aquella
frase que escuché en una conferencia en la que el ponente dijo: “La solidaridad
para que sea verdadera tiene que doler”. Y yo añado: “Y el amor solo encuentra
su razón de ser en la entrega y el don de uno mismo”
-
Amar es darse… Amar es abrir tu
corazón y compartir tus sueños, tus miedos, tus deseos, tus inquietudes… lo que
vives y cómo lo vives, lo que haces, lo que sientes, aquello en lo que crees. Siempre
he dicho que el mejor regalo que te puede hacer otra persona es abrir su
corazón. Así que si alguna vez te preguntas qué regalarme ya lo sabes: no te
supone gasto y evitas el tener que pensar e ir a comprarlo.
¿Puede hacerte algo
más feliz que darte incondicionalmente?. Mira atrás… aquello que rescatas en
tus relaciones y aquello que más valor tiene para ti, aunque los otros tal vez
ni se hayan percatado o tú no lo veas, es lo que has entregado de ti: el
anteponer las necesidades de los otros a las propias, el respetar, el dar
libertad, el abrir tu corazón y compartir esa parte sagrada de ti aun a riesgo
de ser utilizada en tu contra…
Siéntete feliz si
amas, si te das sin esperar las consecuencias…
Siéntete feliz si
has amado, aunque aquellas personas se hayan apartado ya de tu lado
Nuestra razón de ser
y de existir… el sentido de nuestra vida es amar. Amar como nos ama Dios: que
se da generosamente y nos lo demuestra cada día, que no espera de nosotros, que
nos da libertad…
Que experimentemos
la Presencia y el Amor de nuestro Padre Dios para amar como El desea amar a
través nuestro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario