lunes, 25 de mayo de 2015
jueves, 14 de mayo de 2015
"¿CUÁL ES EL SUEÑO DE DIOS PARA TI? ¿Y PARA MI...?"
¿Alguna vez te has planteado esta pregunta? ¿A qué
conclusiones has llegado? Seguro que la has respondido concretándola en un
estado de vida, en una profesión, en un hacer, en una forma de estar… en un
lugar, en un con quién, en un cómo…
Para descubrir cuál es el sueño que Dios ha pensado para
mí tengo que hacer un viaje a lo más profundo de mi ser. De lo contrario corro
el riesgo de responder con lo que yo “creo” que Él quiere para mí y de mí o con
lo que los otros “esperan o desean” para mí y de mí.
¿Cuál es el sueño de Dios para ti? ¿y para mí? ¿y es que
acaso es distinto lo que sueña para ti que para mí? Su sueño y su deseo para
todos es que nos abramos a su amor, que nos dejemos alcanzar y tocar por su
amor
Y es que cuando nos abrimos para acoger su amor… todo lo
demás se da por si solo: el hacer, el salir al otro, amar y perdonar… dar
fruto… dar la vida por los amigos y por aquellos que no conocemos… incluso el
exponer y arriesgar tu vida por otros
Tan fácil y a la vez tan complicado: “Dejarse alcanzar
por su amor”… Si hay algo que quiebra la cabeza de muchos cristianos es tratar
de responder a la pregunta ¿qué quiere Dios de mí? ¡Y es que se nos ocurren
tantas cosas…! Cuanto más difíciles, nos parece que tienen más valor. Otras son
irrealizables, sacrificadas o exigentes en función de nuestra imagen de “dios”.
El Dios de Jesús es el Dios del Amor y de la Vida… el Dios que desea únicamente
ser uno contigo, alcanzar tu corazón, habitar en ti, llenarte con su amor… el
Dios que te invita a permanecer en su amor porque quiere que su alegría esté en
ti y tu alegría llegue a plenitud
No te preocupes por el cómo… el qué hacer… el dónde… y el
con quién… todo eso vendrá después… se te irá dando cuando sea la ocasión… lo
sabrás… lo sentirás… de eso se encarga Él. Confía porque tendrás a tu alcance en
cada momento los medios que necesites y que más te ayuden a responder a tanto
amor recibido para que su Reino sea
No somos capaces de imaginar lo que Dios puede llegar a
hacer en nuestras vidas si nos dejamos alcanzar y tocar por Él… ¿te anima o te
asusta?... Si Él está contigo y en ti ¿cuál es el miedo, cuáles son tus
resistencias… y tus dudas?
¿Te atreves a emprender esta aventura, a dejarte hacer, a
abandonarte en sus manos y a confiar?
Haz silencio en tu interior, trata de comunicarte con el
Dios de Jesús que mora en ti y permítele que su amor sea. Él te irá mostrando
el camino. Permanece en Él y que nada ni nadie te separe de su Amor. Ten fe y
confía, estás en las mejores manos.
domingo, 10 de mayo de 2015
“CONTEMPLAR PARA AMAR”
ORACIÓN Y CELEBRACIÓN DE LA EUCARISTÍA.
UNA MAÑANA PARA ENCONTRARNOS CON EL AMOR QUE HABITA EN TODO Y EN TODOS |
HORARIO:
10.00 - 10.30: Oración compartida
10.30 - 10.45: Charla
10.45 - 11.30: Oración, meditación, reflexión...
11.30 - 11.45: Descanso
11.45 - 12.30: Oración, meditación...
12.30 Celebración de la Eucaristía
Lugar: Parroquia “Santa María de Palacio” sábado 16
de mayo de 10am a 1.30pm
Inscripciones: Párroco
Carlos o Gloria 649-229-575
viernes, 8 de mayo de 2015
"TERREMOTO EN NEPAL ¿DÓNDE ESTABA DIOS?"
Día
tras día suceden acontecimientos que nos estremecen y escuchamos o tal vez
caemos en la tentación de preguntarnos: “¿Dónde estaba Dios?”: “Un copiloto
estrella un avión en los Alpes: 150 muertos”, “Cristianos perseguidos,
torturados y asesinados en Irak”, “Setecientos inmigrantes africanos fallecidos
en aguas del mediterráneo”… y lo último: “Terremoto en Nepal: miles de muertos”
¿Y
qué tiene que ver Dios con tanta desgracia? ¿Acaso Él es responsable de que
todo eso ocurra? ¿Desde cuándo el Dios de Jesús y de la vida es un “dios
sanguinario” al que le fascinan las tragedias y desea el sufrimiento, el dolor
y la muerte? ¿Y es que unos padres que aman a sus hijos no sueñan lo mejor para
ellos? De la misma manera que unos padres no pueden evitar el sufrimiento, el
dolor y la muerte de sus hijos… el Dios de Jesús que nos ama incondicionalmente
tampoco puede evitar nuestro sufrimiento, nuestro dolor y nuestra muerte o la de aquell@s que más
queremos y tampoco que tanto desastre suceda en el mundo. Y si no… miremos a
Jesús… contemplemos la Pasión…
El
problema surge cuando creemos en un “dios omnipotente”, un “dios que pudiendo
evitar que sucedan las desgracias, se ensaña con los seres humanos a su
antojo”... creyendo en un “dios” así no es de extrañar que surjan las dudas e
incluso que la gente opte por no creer
El
Dios de Jesús es el Dios encarnado y escondido… es el Dios Amor que se conmueve
ante la tragedia, el dolor… es el Dios Amor que moviliza los corazones para que
se pongan en movimiento y sean portadores de consuelo, esperanza y de otras
ayudas que necesiten l@s afectad@s.
¿Todavía
te preguntas dónde estaba Dios? Estaba y sigue estando… y estará siempre que
haya un corazón abierto y dispuesto a amar, a acompañar, a alentar, a
colaborar, a responder a las necesidades ajenas… a compartirse
Ahí estaba, está y estará.
martes, 5 de mayo de 2015
"DANOS HOY NUESTRO PAN DE CADA DÍA"
¡Cuántas veces pedimos en
nuestras oraciones algo que no nos conviene o aquello que deseamos y tiene su origen en nuestros miedos, en nuestra inseguridad, en nuestra falta de confianza...!. Es entonces cuando nos dirigimos
al Padre como si fuera un hacedor de milagros, o un mago, o un solucionador de
problemas y desdichas. Ese no es el Dios de Jesús. ¿Qué es entonces lo que hay
que pedir cuando se nos dice “pedid y se os dará”?
El Dios de Jesús es el
buen pastor, es Aquel que nos conoce, que sabe de nuestra historia, de nuestras
caídas y faltas; es Aquel que conoce nuestra realidad; es Aquel que no lleva
cuentas del mal porque es Amor y Misericordia y solo entiende de amar; es Aquel
que permanece aunque no le percibamos o sintamos ¿acaso no sigue estando el sol
presente aunque las nubes traten de ocultarlo?. Como buen pastor conoce a sus
ovejas, a todas… no es ajeno a las necesidades de cada una… y a todas nos
ofrece lo que Es: su Amor
“Danos hoy nuestro pan de
cada día” rezamos en el Padrenuestro.
Danos para hoy tu Amor
para vivir lo que se presente: las pruebas, las dificultades, los problemas,
los encuentros, las alegrías, las oportunidades, la luz o la obscuridad, los
conflictos…
Danos para hoy la Gracia
de descubrirte, amarte y servirte en todo y en todos… la Gracia de crecer en
humildad y tolerancia… la Gracia para mantenernos firmes y fieles a tu invitación... para...
·
* Que descubramos y agradezcamos tu Presencia y tu Amor en
cada acontecimiento, en cada gesto, en cada suceso, en cada actividad…
* Que
nos abramos a tu Amor y tu Gracia porque teniendo esto ¿qué
nos falta? ¿qué anhelamos? ¿qué echamos de menos? ¿de qué nos lamentamos?. Ya
lo oraba San Ignacio “dadme vuestro amor y gracia que ésta me basta”
Y en ese “Danos hoy
nuestro pan de cada día”… nos acordamos de toda la humanidad… no solo de
nuestra familia, amig@s y de aquellos que piden nuestras oraciones… porque el
Dios de Jesús es la Padre de tod@s... Es Amor y Misericordia para tod@s... Y
tiene presentes, conoce, desea lo mejor y se preocupa de tod@s y cada un@ de
nosotr@s
“Danos hoy nuestro pan de
cada día”… Danos hoy Tu Amor y la Gracia para vivir todo lo que acontezca…
sábado, 2 de mayo de 2015
"HE VISTO AL SEÑOR..." - "I HAVE SEEN THE LORD..."
“María
Magdalena se fue y dijo a los discípulos: He visto al Señor y me ha dicho esto”
Juan 20, 18
La fe es una
experiencia personal. Es encuentro con Jesús encarnado o resucitado.
Otros te podrán contar
lo que han visto, oído, sentido… pero nunca lograrás llegar a entender,
comprender o experimentar realmente lo que ellos han vivido
Y es que, cuando se
produce el encuentro, no hay palabras suficientes para describirlo. Quisieras
salir corriendo como María Magdalena y contarlo y transmitirles a todos la
Buena Noticia, y anunciarles: “He visto
al Señor”. Desearías que otros pasaran por eso, que se les concediera esa
gracia… y podrás poner todos los medios que estén a tu alcance para que así
sea, pero serán insuficientes… Sin embargo no por ello te vas a callar, y
aunque quisieras tampoco podrías, el gozo es tal que no puedes dejar de
anunciarlo. Y tu intención o motivación no es la de vanagloriarte o presumir de
lo que te ha ocurrido sino la de dar a otros motivos de esperanza: “Cristo vive, yo me he encontrado con Él”
Cristo vive, ha
resucitado… todos podemos tener experiencia de ello, nadie está exento de esta
gracia… abandonémonos y confiemos. Muy importante es no tratar de controlar,
manipular, forzar… dejarle hacer, aflojar, desear el encuentro… Cuando menos
nos lo esperemos y de la manera menos pensada se hará el encontradizo
Ante todo esto mi
acción de gracias y mi canto a tod@s aquell@s que:
-
Creen sin haber visto ni oído- Sin tener experiencia personal de encuentro con Jesús, predican y anuncian con hechos y palabras que Cristo vive, y son fieles a la invitación a construir el Reino
“He visto al Señor”
¿Podemos asentir que le hemos visto? ¿A qué nos hemos sentido llamad@s tras el
encuentro? ¿Cómo podemos anunciarlo? ¿Qué resistencias o bloqueos nos lo impiden? ¿Qué nos asusta?
Cuando se tiene
experiencia de encuentro con Cristo vivo, algo cambia, algo se transforma, algo
se ilumina… alguna zona de sombra no aceptada comienza a ser amada y aceptada…
se es más consciente de uno mismo, de la propia realidad y verdad y se crece en
humildad, y por consiguiente se es más tolerante y misericordioso con los
demás.
Comenzamos a mirarnos y a mirar a los otros y a lo que nos rodea con
otros ojos, con la misma mirada con la que Jesús nos mira.
Que se produzca el
ansiado encuentro no depende enteramente de nosotr@s pero podemos hacer
algo. María Magdalena fue a buscarle, fue al sepulcro, deseaba estar con Él. No
dejemos de pedir, de buscar, de llamar y de desear que se produzca
el encuentro… “porque todo el que pide
recibe, el que busca halla y al que llama a la puerta se le abre”. Sin
olvidar que “todo tiene su tiempo” y “sus caminos no son nuestros caminos”
“Mary Magdalene left and said to his disciples:
I’ve seen the Lord and He has said this to me” John 20, 18.
Faith is a personal experience. It’s the
encounter with incarnated and resuscitated Jesus.
Some might tell you what they have seen, heard,
felt, but you will never get to understand or experiment what they have lived.
For when the encounter takes place, there are
not enough words to describe it. You just need to run away the way Mary
Magdalene did and tell everyone the Good News and announce: “I have seen the
Lord”. You just want everybody to experiment that, to be granted that wish… and
you are able to use all means to let it happen, but that is not enough… However
you don’t keep quiet for that reason, even if you wanted you wouldn’t be able,
such is the joy that you cannot refuse to announce it. And your intention or
motivation is not to boast about what has happened to you, but to give other
reasons of hope to the people: “Christ is alive and I have encountered him”.
Christ is alive, He has resuscitated… all of us
can experiment it, nobody is exempt from it… let us trust. It is very important
not to control, manipulate, force… let Him be, slow down, wish for the
encounter… it will take place when you least expect it.
I would like to
say thank you and I sing to those who:
- Believe
without having seen or heard
- Preach and
announce with facts and words that Christ is alive without having encountered
Him, and are faithful to the invitation of building the realm.
“I’ve seen the Lord”
Can we state that we have seen Him? What have we been encouraged to do? How can
we announce it? What obstacles or barriers prevent us from announcing it? What
are we scared of?
When we
experience an encounter with Christ alive something changes, enlightens… some
shady and rejected areas become loved and accepted… we are more aware of
ourselves, of our own reality and truth, and we become more humble. Therefore,
we are more tolerant and merciful with people. We start looking at ourselves
and at the people around us with different eyes, with the same gaze that Jesus
looks at us.
We are not the
only ones responsible for that encounter to take place, but we can do
something. Mary Magdalene looked for Him, she went to the sepulchre, she wished
to be with Him. Let us stop asking for, looking for, calling and especially
wishing that the encounter takes place… “For
everyone who asks receives; the one who seeks finds; and to the one who knocks,
the door will be opened.” We should not forget that “everything happens at
a certain time” and “His paths are not our paths”.
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