Si
hay algo que sana y transforma es el amor… el amor a un@ mism@ y el amor a los
demás
·
Lo
más grande que podemos hacer por nosotr@s mism@s es:
o
Amarnos
tal y como somos reconociendo que somos únicos, irrepetibles… seres con dones y
cualidades de los que nos alegramos, que agradecemos a Dios por poseerlos y que
ponemos al servicio de los otros para el bien común
o
Dejarnos
amar por los otros, aceptar el amor que se nos ofrece y agradecerlo. Abrirnos a
ese amor, dejarnos querer
·
Lo
más grande que podemos hacer por los otros es amarles y aceptarles tal y como
son. Quererles porque si, quererles sin necesidad de que haya alguna motivación
o beneficio, quererles sin expectativas, quererles con todo lo que son y así
como son. Si algo puede sanarles y transformarles es nuestro amor
incondicional, que se sientan queridos y valiosos a nuestros ojos
Dichos@ quien haya encontrado en su
camino una persona que le haya amado incondicionalmente, que haya creído en él
o ella, que le haya querido sin esperar algo a cambio, que haya respetado sus
decisiones, que haya estado a su lado en las buenas y en las malas, en sus
aciertos y en sus errores… Caminar o haberse cruzado con una persona así es un
regalo que hay que agradecer inmensamente… es un reflejo del amor de Dios que
le ha ayudado a crecer, a madurar, a creer en sí, en su valor como persona e
incluso a experimentar y creer en el amor de Dios
El amor de Dios manifestado en las
personas o en los acontecimientos transforma nuestras vidas. El problema es que
no siempre nuestros ojos están abiertos, ni nuestros oídos atentos, ni nuestro
corazón dispuesto para percibirlo y experimentarlo
A veces decimos que Dios nos ama pero no
deja de ser una idea racional. Necesitamos sentir ese amor para creérnoslo. Que
alguien me diga que me ama no quiere decir que me sienta amada, necesito
experimentar ese amor… Yo he escuchado muchos “le quiero mucho” y me he quedado
igual, ni frío ni calor… sin embargo otros me han sonado a música celestial, me
han llegado al corazón, me han hecho sentir realmente amada.
Si no hemos experimentado el amor de Dios
tal vez sea porque tengamos falsas imágenes del Dios de Jesús… no nos creemos
dign@s de su amor… pensamos que su amor depende de cómo nos comportamos o de lo
que hacemos o decimos… El amor de Dios supera nuestra razón… es ilimitado,
generoso, misericordioso, paciente, no tiene expectativas, no exige… se da… se
ofrece porque sí… sin motivos… Dios nos ama porque es amor, porque solo
entiende de amor… y porque nos quiere plenos y dichosos nos ama
Si no hemos
experimentado el amor de Dios, capaz de transformar nuestras vidas, pidámosle
incansablemente que nos conceda esa gracia. El amor todo lo puede, el amor obra
milagros… solo después seremos capaces de hacer cosas que nunca hubiésemos
imaginado... Abandonémonos, confiemos, dejémonos llenar de su amor y que Él sea
a través nuestro
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