¿Y qué es “eso” que no te deja ser? Tal vez se trate de
una adicción. ¿Tienes alguna adicción: tabaco, alcohol, otras drogas, comer
compulsivamente, ludopatía, sexo, comprar por comprar…?. La adicción es odio
replegado sobre si. Me odio, me detesto, no me soporto… en consecuencia me
niego a responsabilizarme de mi propia vida, a buscar soluciones a mis
problemas… comportamiento adictivo para huir de mi propia realidad, para
olvidar, para tratar de llenar ese vacío que cada vez siento más y más profundo
Si la causa de la adicción es el odio a sí mismo… la
solución está clara: amor incondicional a uno mismo. Nadie puede hacer el
trabajo por ti… es un trabajo personal que comienza por dejar ir el pasado,
ubicarte en el presente y asumir las riendas de tu propia vida. No es fácil
porque a partir de este momento tienes que iniciar a darte lo que tanto has
buscado fuera y te has negado: el amor incondicional.
Y ese amor incondicional pasa por: aceptarte en tu
debilidad, con tus fallos, con tu historia, con tus defectos… valorarte por ser
quien eres y por lo que has llegado a ser, lo que has conseguido, lo que
tienes… perdonarte por todos tus errores incluido el haberte hecho daño… no
criticarte por los momentos de retroceso, por tu imperfección, por el dolor
causado a otros y a ti mism@... tener compasión por ti mism@, mirarte con ternura,
con dulzura, con benevolencia… tener misericordia de ti… respetarte y tratarte
con delicadeza
Seguramente no vas a poder sol@ y más aún si llevas
tiempo repitiendo estas conductas adictivas… busca ayuda profesional, ábrete al
amor incondicional de tu familia para que puedan colaborar en tu proceso de
sanación y por supuesto: ábrete al amor incondicional de Dios, ese amor que
habita en lo más profundo de ti, que desea llenar tu vida, que desea darte
vida.
Ese vacío que sientes nunca conseguirás llenarlo con “lo
de afuera”… Ese vacío no es tan vacío cuando te abres al amor incondicional
hacia ti mism@ y hacia los demás. Deja “eso” que no te deja ser y comienza a
vivir el sueño que Dios pensó para ti.
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