martes, 26 de marzo de 2024
“A RATITOS O TODO EL TIEMPO”
La vida se convierte en oración
cuando abrazas la realidad que te toca, cuando aceptas y acoges al otro con
todo lo que es y tiene, cuando ofreces todo lo bueno que hay en ti.
A veces se entiende la oración
como una tarea a realizar en la que hay que invertir tiempo, o incluso como una
carga, de ahí que muchos se frustren al no dedicar tantos momentos como
desearían a estar a solas con el Señor.
Nuestra vida es una continua oración
si es un constante darnos en lo que cada momento toca, y un permanente acoger
lo que se presenta.
Nuestra vida será una continua
oración si acogemos y amamos esa realidad presente.
jueves, 21 de marzo de 2024
“SOLO POR AHORA”
El sábado me
iba a encontrar con una amiga y hermana a la que quiero mucho, y con la que no
había estado desde el mes de agosto. Hablando por teléfono, unos días antes, me
decía: "Ya tengo ganas de que llegue
el sábado". Yo le respondí: "Espera.
Este día es bien bonito y todavía me quedan muchas cosas que vivir antes de
encontrarnos".
Cuántas veces
se nos va el momento presente proyectándonos en futuros que tal vez no lleguen
a ser.
Antes era muy
de "Solo por hoy". En este
momento quiero ser más de "Solo por
ahora". Y es que éste instante es lo único que tengo. Aquí, en esta
realidad, en estas circunstancias, estoy llamada a ser, a vivir.
Lograr hacer de
cada momento lo mejor. Conseguir vivirlo como único, irrepetible (al fin y al
cabo, al segundo siguiente ya será sólo parte del recuerdo).
Lo que deseo, o aquello que temo, tal vez llegue o quizás no. Mientras se hace realidad voy a
vivir lo que me toca y quiero que sea con intensidad, abrazando y dejándome
abrazar por lo que se presente.
viernes, 15 de marzo de 2024
“¿REGALOS O EL REGALO?”
Quien tiene poco le busca por interés.
Quien tiene de sobra no le necesita, puede prescindir de Él.
Desde pequeños se nos enseña a pedir a un Dios dador pero no caemos en la
cuenta de que Él es el regalo. Solicitamos “regalitos” cuando Él es el REGALO.
No es tanto lo que nos da o puede dar sino que hay que trascender eso para ser
conscientes de que es Él mismo quien se da.
Podré tener o no mis necesidades cubiertas
Podré estar bien o no de salud.
Podrá irme en la vida como había soñado o pasar el tiempo lamentándome
por mis errores, mis circunstancias, mis heridas…
Podré ser admirado y querido por quienes me rodean o criticado y
encontrarme solo.
Podré…
Todo lo bueno que pueda poseer en mi haber será nada comparado con
tenerle a Él. Nos engañamos si nos decimos aquello de “esto no da la felicidad
pero ayuda”.
No son sus regalos lo que nos va a dar vida, es Él. Él es el REGALO que
se nos da y se nos entrega.
No es tan importante lo que nos da sino que Él se nos da.
Y ante esto solo queda guardar silencio, abrirse y acoger lo que,
gratuitamente y por solo amor, se nos ofrece.
domingo, 10 de marzo de 2024
“EL TESORO DE LA FELICIDAD”
Hemos escuchado muchas veces aquello de “La felicidad está más en dar que
en recibir” pero me pregunto: “Cuando ese dar tiene su recompensa o
gratificación ¿no es acaso el ego el que se siente satisfecho?”
Relacionamos felicidad con tener (lo necesario para vivir, un buen
trabajo, amistades, familia, facilidad para viajar…), con pasarlo bien, salir
con otros, invertir, consumir, ir de restaurantes o de cafés… Lo cierto es que
andamos bien perdidos si ponemos nuestra felicidad en todo ello.
Y es que la verdadera felicidad solo podemos encontrarla en Dios, en la
medida en que ponemos solo en Él nuestra confianza.
Sólo si nos apoyamos en Él, y solo en Él, dejará nuestra vida de
bambolearse en función de las circunstancias, de lo que nos hagan, de lo que
digan de nosotros o de lo que nos pase. Porque todo cambia, porque todo pasa,
porque puede salir el sol por la mañana y haber tormenta en la tarde, pero Él
no cambia, Él permanece.
Si encontráramos el tesoro… ahí estará nuestra verdadera felicidad.
Porque todo lo demás es nada comparado con el TESORO, un tesoro que nadie nos
puede quitar y se mantiene siempre al alcance.
Independientemente de si te critican o te alaban, de si fracasas o tienes
éxito, de si vives rodeado de otros o te sientes solo, de si tu vida es como la
hubieras soñado o te sientes víctima del destino… Te espera un tesoro. Solo en
la medida que pongas los ojos en Él y te des cuenta de que es para ti, dejarán
de preocuparte o angustiarte otras cosas, el presente o el futuro, lo que te
suceda o lo que te hagan o digan. Cuando caigas en la cuenta de esa verdad,
dejarás de depender de las alabanzas, de los triunfos, de los frutos de tus
obras, del afecto que te puedan dar.
La verdadera felicidad está en encontrar el TESORO, abrazarlo y poner
nuestra vida y confianza sólo en Él.
lunes, 4 de marzo de 2024
“¿QUÉ SERÍA DEL ÁRBOL SIN SU AGUA?”
¿Qué sería del árbol sin su agua?. El árbol es un ser pequeño,
dependiente, necesitado. Sin su agua moriría.
El ser humano sin Dios también está muerto. Le falta lo más esencial, lo
que da plenitud a su vida. Se siente vacío, perdido. Busca algo que calme su
sed y en su afán de probar y de poseer todo, se confunde más y más hasta
sentirse derrotado.
El ser humano también es pequeño comparado con la grandeza de su Señor,
también depende de Él, necesita de Él. Sin Él deja de ser.
Necesitamos de esa agua, de ese Dios, que aliente nuestra esperanza, que
de sentido a nuestra historia, que nos mantenga alegres y de paz a nuestro
pobre corazón.
Sería bueno preguntarnos:
·
¿Dónde estamos plantados?.
Quizás, si hemos echado raíces en terrenos secos, convenga buscar otros suelos
o la ribera de algún río.
·
¿Damos frutos?. Está claro que no
dependen de nuestro esfuerzo sino del agua que nos nutre. Si buscamos y tomamos
de esa agua, los frutos vendrán solos. No se trata tanto de hacer sino de
dejarse hacer por quien quiere llenarnos y darnos vida.
viernes, 1 de marzo de 2024
“TODOS LLAMADOS, TODOS INVITADOS”