martes, 26 de marzo de 2024

“A RATITOS O TODO EL TIEMPO”

 

La vida se convierte en oración cuando abrazas la realidad que te toca, cuando aceptas y acoges al otro con todo lo que es y tiene, cuando ofreces todo lo bueno que hay en ti.

A veces se entiende la oración como una tarea a realizar en la que hay que invertir tiempo, o incluso como una carga, de ahí que muchos se frustren al no dedicar tantos momentos como desearían a estar a solas con el Señor.

Nuestra vida es una continua oración si es un constante darnos en lo que cada momento toca, y un permanente acoger lo que se presenta.

Nada queda hueco, vacío, sin sentido… Nada carece de valor… Cualquier situación, cualquier encuentro, cualquier emoción que nos invada, cualquier actividad por monótona, rutinaria, insignificante que parezca, incluso el no hacer… tiene sentido, si está cubierto y traspasado por el amor.

Nuestra vida será una continua oración si acogemos y amamos esa realidad presente.


4 comentarios:

  1. Vive con normalidad teniendo presente a Dios en algún momento concreto. Así, lo normal será extraordinario.

    ResponderEliminar
  2. Si tienes al Señor en tu corazón y te das al que te necesita con AMOR, disfrutarás de la mayor felicidad.

    ResponderEliminar
  3. Como siempre precioso. Y real

    ResponderEliminar