Esta frase
resonó el otro día en mi interior. Hablando de asuntos de la diócesis, Monseñor
Ángel hizo alusión a esto en varias ocasiones. Será tal vez por eso o porque yo
también muchas veces me pregunto por mi quehacer.
Y sí… es
cierto… estoy totalmente de acuerdo… entre nada y algo… mejor es algo
Y si hay algo…
tal vez no sea lo suficiente o lo perfecto o lo deseable pero al menos… es
algo… y siempre algo es mejor que nada
Y tal vez ese
algo parece que es bien poquito o insignificante comparado con la magnitud de
aquello que se pudiera hacer pero ¿acaso somos conscientes de la repercusión
real de lo que hacemos? No por abarcar más… o por llegar a más personas… el
resultado es mayor o mejor…
Nunca sabremos
la huella que dejamos en el corazón de los otros con nuestras palabras, nuestra
presencia, nuestra forma de ser o nuestros hechos… pero no por eso podemos
quedarnos de brazos cruzados. Así que… hagamos algo… aunque a nuestros ojos y a
los de los otros sea simple o sencillo… Y recordemos siempre que “más vale algo
que nada”.
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