Continuamos con toque de queda en Honduras La
gente sigue desafiando las leyes y a las autoridades. Por quinto día
consecutivo, se ha tirado a las calles a hacer sonar sus cacerolas, la música,
los cohetes… queman llantas, gritan…
Si defendiéramos nuestra fe y
creyéramos con tanta fuerza como la gente defiende ahora a un partido político
y al que quieren que sea su presidente… este mundo sería distinto. Pero no es
así… porque acá todos creemos en Dios pero en el que nos hemos fabricado en
nuestra mente, y esa idea de Dios está muy lejos de parecerse al Dios de Jesús
por eso actuamos como actuamos
“¡Padre, perdónanos porque no
sabemos lo que hacemos!”... Ese es mi grito y mi oración desde hace unos días… unos
porque hacemos el mal, otros porque con nuestras palabras agredimos, otros
porque damos rienda suelta a nuestros pensamientos y luego se manifiestan en
acciones incorrectas, y otros porque nos quedamos de brazos cruzados cuando se
nos pide que respondamos ante las necesidades de los otros y la realidad que
nos rodea con propuestas alternativas donde el amor y la paz sean la base.
“Padre,
¿qué sientes cuándo contemplas “nuestra Honduras”?” Ante este caos que está
dividiendo y enemistando a la población por creencias políticas, imagino a tu
Hijo, imagino a Jesús clavado en la cruz llorando desconsoladamente mientras
observa cómo poco a poco el mal va ganando terreno y nos hacemos daño y
destruimos. Imagino a Jesús llorando y sintiendo una profunda tristeza en su
alma y en su corazón mientras eleva su plegaria a Dios diciéndole una vez más:
“!Padre, perdónales porque no saben lo que hacen!”. ¿Por qué no nos sentamos y
hacemos un discernimiento a la luz de la fe? ¿A dónde nos va a llevar todo
esto? ¿Qué medidas y acciones podemos tomar para defender nuestros derechos y
que se haga justicia de forma pacífica?
Ya no más violencia… Honduras ya
no necesita que se derrame más sangre de forma violenta… seamos instrumentos
del amor y de la paz de Dios… seamos fieles seguidores de Jesús no solo de
palabra sino también con nuestras obras… seamos coherentes con la fe que
profesamos… seamos constructores del Reino de Dios, que nada tiene que ver con
los poderes de este mundo, y recordemos que TODOS SOMOS HERMANOS.
No hay comentarios:
Publicar un comentario