lunes, 23 de mayo de 2022

"CAYENDO EN LA CUENTA"

 

Empezando mayo fui a pasar diez días con una comunidad de Carmelitas. La idea era compartir todo con ellas y así fue: Oración, comidas, trabajo, helados, celebración de cumpleaños de la Madre, funeral de un feligrés… y alguna que otra partida al parchís. Ni hablar de la acogida, del cariño, de los detalles… como en casa, como si las conociera de toda la vida… un amor…

Tengo por costumbre mi hora de oración personal según me levanto y el segundo día ya vi que no iba a ser posible. El ritmo de oración y trabajo era tal que me veía incapaz de levantarme una hora antes que las hermanas para ser fiel “a lo de siempre”. Confieso que lo primero que sentí fue rabia pero al revisarme me dije: “Pero ¿qué me pasa?”. Caí en la cuenta de mi apego a mi forma de relacionarme con el Señor. ¿Acaso “sus formas” eran menos santas que la mía o me iban a impedir el encuentro con Él?. Reconocí mi estupidez y con paz decidí esos días: soltar y abrirme a la novedad.

¿Por qué te cuento esto? Porque los discípulos de Jesús también se aferraron a Él, a sus ideas sobre el mesianismo… No querían escuchar de su posible muerte, ni siquiera del Espíritu que después se les regalaría porque todos sus esquemas se desmoronaban, sentían que perdían el control… No entenderían realmente el camino y descubrirían al Maestro y al Dios con el que se relacionaba hasta después. No somos tan distintos de aquellos primeros compañeros de Jesús

Apegarnos a lo de siempre, a lo conocido, a nuestras ideas sobre la verdad o sobre Dios, a nuestra experiencia, a nuestros criterios sobre lo que es normal… nos hace cegarnos y cerrarnos a una realidad mayor, al Misterio. Perdemos la capacidad de sorprendernos, la oportunidad de crecer… Creyéndonos seguros, los débiles cimientos en los que nos apoyamos comienzan a tambalearse e incluso se caen

Anclados en nuestras propias ideas o creencias nos perdemos la oportunidad de la experiencia

Creyendo buscarle o incluso poseerle no hacemos sino fortalecer nuestro amor propio e impedir el encuentro

Soltar, desprenderse, dejar ir…

Permitir que las escamas se caigan de nuestros ojos, dejarnos sorprender, abrirnos a la novedad...

Morir a… para abrirnos a una realidad mayor que escapa a nuestro control y puede transformar nuestras pobres vidas

 

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