domingo, 17 de julio de 2022

“QUEREMOS UN MILAGRO”

 


“Danos una señal”, “Queremos un milagro tuyo”… Puede que como en aquel entonces, también exijamos a nuestro “dios” particular aquello que queremos o creemos necesitar. Como si su Palabra, su Presencia en los otros, en la comunidad, en los acontecimientos y en los Sacramentos no fueran suficiente señal o milagro

Quizás no es una señal lo que realmente ocupamos sino estar más atentos a lo que vemos, escuchamos, vivimos… porque este Dios en el que creemos, este Jesús a quien hemos conocido:

  • No es historia pasada, es presente, es Presencia real hoy, aquí y ahora…
  • No es una idea, es Alguien

Danos Señor, no una señal ni un milagro, sino:

  • La capacidad de leer y discernir todo lo que nos pasa
  • El don de poderte ver y encontrar en todo, incluso en las situaciones más adversas
  • La confianza de sabernos en buenas manos aunque a veces no entendamos tus formas o caminos

¿Hay mayor señal o milagro que el amor’

  • La señal, demandada y esperada, es el amor
  • El milagro:

    • Solo es posible si hay amor
    • Eres tú cuando vives, orientas tu vida, tomas decisiones, te relacionas con otros, desde el amor

¿Somos capaces de reconocer el amor que nos rodea y nos habita?

Donde hay amor está Dios

Lo que nos habla de amor es de Dios

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