Quizás no sea lo suficientemente “buena” para el mundo a efectos de capacidad, inteligencia, éxito, logros… Reconozco que me cuesta comprender, me siento a veces (muchas veces) lenta para responder, me abruma con frecuencia la inseguridad y el miedo ante la falta de control o de conocimiento. Aún con todos mis defectos, y aunque muchas veces me he sentido rechazada, no tenida en cuenta e incluso pisoteada, sé de dónde vengo y a quién pertenezco.
Si me dan a elegir
prefiero seguir sintiéndome sin fuerzas, impotente, frágil, insegura… porque
eso me convierte en una persona necesitada y me permite estar más conectada con
la Fuente que abraza mis deficiencias y carencias.
Me siento muchas veces
como un diminuto pajarito que ha caído al borde el camino y va dando saltitos
porque es incapaz de alzar el vuelo. Quiero volar, sí, pero sabiendo que sola
no puedo, que es Él quien me eleva y va conmigo. Pequeña, sí, pero acompañada y
sostenida.
Gracias Gloria por sentir la esperanza que me das con tu meditación que me da confianza solo en Él que nos sostiene.
ResponderEliminarYo he gozado del privilegio de experimentar la Belleza y la Verdad en la pequeñez, en la fragilidad y en la vulnerabilidad. Es en la paradoja y la contradicción, donde lo Fascinante se revela y nos desvela Su Grandeza.
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