jueves, 20 de febrero de 2025

“YO TAMPOCO PUEDO CON TODO”

 

Así se titula un libro que tenemos en ARS, como la vida misma porque… ¿quién puede con todo?.

Santa Teresa insistía en la importancia del autoconocimiento. Es importante reconocer las capacidades pero también las limitaciones, ofrecernos allá donde podemos aportar y evitar las situaciones en las que reconocemos nuestra insuficiencia. No basta la buena intención.

Hay personas que por lo que están viviendo necesitan una atención profesional que excede a nuestros conocimientos o buen hacer.

Hay otras que se hunden y requieren de personas que sepan nadar en esas aguas pues de lo contrario podemos acabar ahogándonos con ellas.

No se trata de desentenderse de los otros sino de ser conscientes de hasta dónde podemos contribuir al bienestar de los otros, y ser consecuentes con ello.

No es comodidad, no es dejadez, es reconocer la propia limitación, es ser honesto con uno mismo y con los demás. Es preferible y más prudente apartarse a causar daño a los otros o a uno mismo. Y aquí no cabe la culpa. Cuando no se puede, no se puede. Dejémonos de “buenismos” o de creernos “superpoderosos”, y seamos humildes.

Creo conocer mis carencias, mis limitaciones… Conozco mi historia… Esto hace que a veces vaya pisando el freno, otras soltando lo que me impide avanzar, otras apartándome de situaciones o personas… Lo importante es ser fiel a quien tanto me ama porque es a Él a quien me debo. El camino es largo y hay que seguir avanzando. Si me entretengo en lo que no me toca o en aquello que excede mis capacidades puedo estancarme o retroceder.

Si no puedo, no puedo. No soy responsable de solucionar todos los problemas de los que me rodean. Llego hasta donde llego y soy consciente de ello. Aquello que escapa a mi control sólo me queda entregárselo a Dios.

6 comentarios:

  1. Como siempre, mi querida Gloria... Muchísimas gracias por compartir.

    ResponderEliminar
  2. Gracias Gloria, lo tomaré muy en cuenta.TKM.

    ResponderEliminar
  3. Es conveniente tener siempre presente algo esencial: la finitud es un factor constitutivo y medular de la vida. A partir de aquí debemos reconocernos limitados, sin que ello suponga una justificación para driblar el deber de solidaridad, que es igualmente nuclear en nuestra naturaleza.

    ResponderEliminar
  4. Buen escrito ,gracias Gloria querida ,queda como tarea ordenar mis límites y dejarnos hacer .....mil gracias

    ResponderEliminar
  5. Gracias Gloria voy a meditar lo que escribiste, y aprender a confiar en Dios mi Maestro y pedirle que me ayude!

    ResponderEliminar