Un sacerdote terminaba el otro día la homilía diciendo: “Si quieres cambiar tu vida, cambia de
Dios”.
Ante una invitación así habrá quien piense: “Yo no quiero cambiar mi vida, estoy bien como estoy”, “No necesito
cambiar mi vida, soy buena gente, no hago daño a nadie, colaboro en una ONG, tengo
mis compromisos en la iglesia”, “Yo soy una persona consagrada, mi vida es
incluso más perfecta que las de quienes ni han dado ese paso”, “Son los otros
los que tienen que cambiar”…
¿Y eso de cambiar de Dios?. “No,
no, el Dios en el que creo es en el que quiero creer, yo no lo cambio por
nada”. “Yo estoy en lo correcto”…
La realidad es que viendo lo que vemos, fuera y dentro de la iglesia,
podemos reconocer que nuestras vidas no marchan bien, que el amor propio se
vuelve el centro y es causa de desencuentros, rivalidades, conflictos. Y todo
esto porque tenemos una idea distorsionada de Dios, un Dios que hemos creado a
nuestra imagen y semejanza, así como nos conviene y que poco tiene que ver con
el amor.
A cambiar de mentalidad y a dejarnos hacer por el Dios de Jesús, otro Dios es Posible !!!!
ResponderEliminar🙏
ResponderEliminarGracias,Gloria, por ese mensaje, creo que es bueno revisar como estamos ante Dios, para hacer los cambios necesarios. Tkm
ResponderEliminar❤️🙏
ResponderEliminarSi te as enamorado de verdad,valoras más el amor de El y hacerle amar
ResponderEliminarGracias Gloria por este hermoso mensaje
ResponderEliminarLa verdad que cuando he empezado a leerlo me ha sorprendido
Cambiar de Dios!!
Que buena idea, cuantas veces, hacemos a Dios a nuestra imagen y que equivocacion
Darse cuenta, éso es lo que me ha pasado con esta lectura
Ojalá sepa hacerlo