jueves, 13 de febrero de 2025

“Y TÚ, ¿DE QUIÉN ERES?”

 

Ayer por la tarde subía para el trabajo y me crucé con un hombre que pide en la puerta de la iglesia. Le saludé: “Hola, (su nombre)”. Me sorprendió que contestó diciendo: “Yo también soy de Jesús”, pero rápidamente respondí: “Y no lo cambies por nada”.

Y tú, ¿De quién eres?. Hay quien es de un partido político, de un pueblo, de una peña, de un club, de su pareja…

Te cuento una anécdota de hace unos años, unas semanas antes de ser las elecciones. Un señor que arreglaba zapatos un poco más abajo de mi calle, al pasar con su bici me gritó: “¡Viva Libre!”. A esto respondí diciendo: “¡Viva Jesús!”. Giró la cabeza y se sonrió. No esperaba algo así, seguro que pensó: “Con esta muchachita no se puede”.

Nos podemos identificar y sentirnos que pertenecemos a grupos, personas… Todo ello pasa… Lo peor es convertir “eso” en el centro de nuestra vida porque ¿y cuándo ya no esté?

Ayer, ese buen hombre me dijo: “Yo también soy de Jesús”. Todavía resuena en mi interior. Me pregunté: “¿Dónde lo llevo escrito?. Si él no sabe ni cómo me llamo… ¿Cómo sabe que soy de Jesús?”. Y lo mejor de todo es que él, en medio de su realidad y sus circunstancias, también se siente “de Jesús”.

Hay quien es de San José, o de la Santísima Trinidad, o de María, o del Espíritu Santo, o de… Esos sí que son buenos cimientos. Confieso que yo soy de Jesús. Ese hombre lo supo sin conocerme. Quizás fue un guiño del mismo Jesús para confirmarme que soy suya.

Últimamente hemos cantado varios veces en la adoración una canción de Atenas que se titula “Todo lo haces nuevo”. Voy caminando muchos días y me viene la partecita de: “Mi vida es tuya Señor, renuévame con tu amor”. Pero también escucho en mi interior a una religiosa que hace unos meses me dijo: “Te quiere sólo para Él”. Así que…. Lo tengo claro.


Si no te lo has preguntado hasta ahora, éste puede ser un buen momento. Y tú, ¿De quién eres?

3 comentarios:

  1. Mil gracias Gloria, yo también sé que eres de Jesús y yo quiero ser de Él. Gracias por ese mensaje de fe

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  2. En la vida y en la muerte soy de Cristo.

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