Jesús nos dejó
su paz… su paz está con nosotros… ¿Cómo se entiende entonces que muchas veces
andemos estresados, ansiosos, corriendo, angustiados…?. Cuando nos agobiamos,
cuando nos preocupamos, cuando andamos ocupados en mil y un quehaceres y lo
vivimos con amargura… hemos perdido nuestro centro. Esa “cosa”, “persona” o
“situación”, que me provoca todas esas sensaciones, ha ocupado mi centro, vivo
desde fuera. He dejado de vivir desde el amor y la paz que me habitan para dar
poder a “eso” diciendo: “… me ha quitado la paz”, “he perdido la paz”
La paz nadie
te la quita, tampoco la pierdes… la paz la tienes, la paz está en ti porque ya
Jesús te la dio para siempre: “Te doy mi paz”. Solo es necesario que te
detengas, vuelvas a tu centro y te conectes con lo que tienes y eres
Él quiere que
vivas en armonía y serenidad. Esa es su esencia, esta es tu esencia porque Él
está en ti. Recuerda siempre… “La paz está contigo”
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