martes, 9 de octubre de 2018

"EL DIOS DE LA GRATUIDAD"


Fruto de la formación recibida, escucho en ocasiones a muchas personas expresar su deseo de “agradar a dios”. ¿Qué parecido tiene ese “dios” con el Dios de Jesús?

Resultado de imagen para AMANECEREl Dios de Jesús es el Dios del Amor, es el Dios de la Vida, es el Dios de la gratuidad, es el Dios que se esconde, es el Dios misericordioso, es el Dios que sufre ante tanto dolor, es el Dios frágil…


Pero hoy me quiero detener en la gratuidad de Dios porque este Dios en el que yo creo no exige sacrificios, no nos pide méritos, y tampoco espera que le agrademos… Se nos da a cambio de nada… Nos ama incondicional e infinitamente a cambio de nada… Todo el día tenemos mil y un gestos de su amor gratuito: el sol, el agua, el canto de los pájaros, las flores, las estrellas, la sonrisa y el saludo de quienes encontramos en el camino, un regalo, unas palabras de afecto, un mensaje, el aire que respiramos… Cuando somos conscientes de tantos dones recibidos brota inesperadamente el agradecimiento que se traduce en palabras y en obras.

El Dios de Jesús no nos pide que le agrademos. Dios no es un comerciante, no nos da para que le demos, tampoco espera que le sirvamos para recompensarnos. Nos ha creado por amor, nos ama tal y como somos, y solo desea nuestra felicidad. Tratar de agradarle responde a la imagen de un “dios”:
  • A quien tengo que compensar por mis errores pasados, por lo frágil que soy y las veces que me rompo, porque soy imperfect@
  • Que me va a premiar con el “cielo” cuando yo me muera. En este caso tengo que esforzarme todo lo que pueda para ganar puntos y no ir al “infierno”
  • Que me está vigilando y pendiente de cada acción u omisión para alegrarse y felicitarme o entristecerse y enojarse


En contraposición, el Dios de Jesús:
  1. Me perdona todos mis errores y me espera con los brazos abiertos.
  2. Conoce mis limitaciones y mis defectos y aún así, y por eso, me quiere
  3. Me acompaña, me sostiene, me ilumina el camino…
  4. Me quiere feliz
  5. Me creó y a Él volveré cuando muera con independencia de como haya sido mi vida… porque es Amor y no entiende otro lenguaje


Tú eliges qué creer… pero recuerda que Jesús vino para que fuéramos libres…
Tú eliges amarrarte a creencias que te mantienen esclav@ o a creencias que te ayuden a vivir la libertad del evangelio
Tú eliges atarte a creencias que te limitan como persona, que te hacen vivir con miedo o a creencias que te permiten ser
Tú eliges…

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