martes, 30 de octubre de 2018

"¿QUIÉN ES TU DIOS?"


Decimos creer en Dios pero la mayoría de las veces no es nuestro Absoluto sino que tenemos a personas, lugares, cosas, un cargo, una vocación… como nuestro “dios”. O incluso podemos convertimos en nuestro propio “dios” cuando giramos en torno a nosotros y nuestras cosas

San Ignacio habla de afecciones desordenadas cuando nuestro afecto se enfoca en “otras cosas” sobre las que gira nuestra vida, dejando de centrar nuestra vida en Dios. El problema es que cuando “esas otras cosas” nos faltan: nos hundimos, sufrimos y echamos la culpa a ese “dios” en el que creemos

Resultado de imagen para LIBRES O ESCLAVOS, FANOCuando nuestro Absoluto es Dios y todo y todos son medios y relativo en la vida, dejamos de ser esclavos de nuestras pasiones y comenzamos a vivir con plenitud

El problema es que es muy fácil perder el centro. Yo me convierto en el centro, en mi Absoluto cuando me comporto de forma egoísta, soberbia, orgullosa… cuando no me perdono o no perdono, cuando soy rencoros@, envidios@, competidor/a… cuando busco el poder, el agradar, el aplauso… ¿Ves qué rápidamente podemos perder el norte?

Si quieres ser libre, es necesario estar revisándose: situaciones vividas, comportamientos, sucesos, emociones… para ver qué tanto es Dios el Absoluto o lo son “otras cosas”.
Solo si Dios es el centro sobre el que giras tú y “tus cosas”, podrás ser libre…
Solo si ves todo lo que no sea Dios como un medio, podrás ser libre…
Y solo si eres libre podrás amar como Jesús
Y solo si eres libre podrás ser feliz

No hay comentarios:

Publicar un comentario