Muchos
son los que se preguntan una y otra vez: “¿Qué quiere Dios de mí?”. Tal vez
eres un@ de ell@s. Sientes que los años van pasando y no tienes claro si estás
respondiendo con tu vida a la voluntad de Dios, si estás haciendo realidad el
sueño para el cual Dios te creó
Al
pensar en lo que Dios quiere, en su voluntad, podemos imaginar cosas grandes,
vistosas, llamativas, visibles y alabables a los ojos de los otros… La voluntad
de Dios se reduce en una palabra, en un verbo que lleva a la acción: “Amar”… Ya
lo dijo Jesús: “Ámense”
Si
nos consideramos cristianos no podemos quedarnos de brazos cruzados mirando al
cielo y rezando mientras esperamos que un “dios” resuelva nuestros problemas o
actúe en situaciones en las que somos nosotros quienes tenemos que
pronunciarnos
San
Ignacio invita a preguntarse, mirando al crucificado: ¿Qué he hecho… qué hago…
qué puedo hacer por Cristo?
No
se trata de inventar hacer algo o asumir un compromiso sin el debido
discernimiento y fruto de un impulso o como respuesta a un “dios” que me exige
hacer, sacrificios, méritos… Todos vivimos insertos en una realidad y es en esa
realidad donde tenemos que hacer la voluntad de Dios: “Ámense”
Abramos
nuestros ojos, oídos y corazón para detectar a los crucificados de este mundo y
poder responder con generosidad al mandamiento del Amor.
Dios, Señor Mío, no tengo idea de adónde voy. No veo el camino delante de mi. No puedo saber con certeza dónde terminará.
ResponderEliminarTampoco me conozco realmente, y el hecho de pensar que estoy siguiendo tu voluntad no significa que en realidad lo esté haciendo.
Pero creo que el deseo de agradarte, de hecho te agrada. Y espero tener ese deseo en todo lo que haga. Espero que nunca haga algo apartado de ese deseo.
Y sé que si hago esto me llevarás por el camino correcto, aunque yo no me dé cuenta de ello.
Por lo tanto, confiaré en ti aunque parezca estar perdido a la sombra de la muerte.
No tendré temor porque estás siempre conmigo, y nunca dejaras que enfrente solo mis peligros. Amen
Thomas Merton
Jesús amado dame la sabiduría y el discernimiento para descubrir tu voluntad en mi vida. Amen
ResponderEliminar