martes, 18 de junio de 2019

Una "nada" sostenida por un "TODO"


Hay momentos, circunstancias o experiencias en la vida, en los que tocamos fondo, en los que experimentamos nuestra fragilidad y debilidad, en los que somos conscientes de nuestra humanidad


El pecado, una enfermedad grave, un accidente, una amenaza, sufrir los efectos de una catástrofe natural, la pérdida de un trabajo o de la casa, un acontecimiento trágico en la vida de un ser querido… nos ponen en contacto muy estrecho con nuestra finitud
Vernos y vivirnos en cualquiera de las situaciones enumeradas puede facilitarnos el encuentro con Dios. En ese “darnos cuenta” de nuestra “nada”:
  • podemos reconocer al “TODO” que alienta, sostiene y nos da vida
  • podemos dejar de creernos autosuficientes para sentir la necesidad de Él y reconocer su obra en nosotros
  • podemos dejar de creernos indispensables y ser conscientes de que Él continuará su obra con o sin nosotros
  • podemos dejar de vernos y sentirnos el centro del universo para ponerle a Él en el centro
  • podemos dejar de mirarnos y comenzar a mirar la vida que se nos regala y la acción de Dios en todo/s
  • podemos dejarle ser y hacer
  • puede cumplirse su voluntad y no la nuestra

Mientras no nos encontremos con Él, nos creeremos autosuficientes. Y en ese creernos autosuficientes, seremos presos de la soberbia, el orgullo, la vanidad, la vanagloria, el miedo, la envidia, la codicia…

Danos la gracia de:
  • comprender esta realidad para que puedas continuar haciendo tu obra
  • experimentarnos una “nada” sostenida y habitada por un “TODO”
  • hacerte el centro de nuestra vida
  • encontrarnos contigo para poder vivir de manera plena y dichosa

AMEN

1 comentario:

  1. Amen. Ayúdanos Señor a reconocer nuestra pequeñez y fragilidad. Que siempre vivamos necesitados de Ti.

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