sábado, 16 de noviembre de 2019

"¿QUÉ TANTO AMO A DIOS?"



¿Cómo puedo decir que creo en Dios y le amo si no lo materializo en obras, si no lo concreto en gestos de amor al prójimo?
¿Cómo se puede amar a Dios y hacer daño al prójimo o ser indiferente a sus necesidades?
Sólo es posible si tengo una imagen de un “dios mío y no de los otros”, de un “dios que está en las alturas”

¿Cómo me atrevo a decir que amo a Dios cuando me limito a rezar? Porque tengo una pobre y estrecha idea de un “dios” que es responsable del bienestar y desgracias humanas, y de quien depende la sanación y salvación humana, de un “dios controlador que nos maneja como marionetas”


Si digo que amo a Dios pero no amo a mis hermanos… todavía no he entendido nada
Si digo amar a mis hermanos pero no materializo ese amor mediante obras… estoy muy autocentrado y me falta mucho camino por recorrer

Porque el amor no es algo abstracto. Los gestos de amor se concretan en actos de donación: afecto, cosas materiales, tiempo…e incluso la propia vida

No se trata de quebrarnos la cabeza pensando qué hacer. Se trata de dejar ser a Dios en mí, dejar ser al Amor que me habita, dejarle que se exprese

Nuestro prójimo son todos aquellos con quienes nos cruzamos cada día y ¡hay tanto sufrimiento!. No nos podemos limitar a orar por ellos. Él solo puede aliviar el sufrimiento ajeno a través nuestro. Él solo puede amar a través nuestro. ¿Le vamos a permitir ser?. La responsabilidad es de cada uno y la respuesta también es personal. Tú decides

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