La frase no es mía, es de San Ignacio. Me quedó resonando
el otro día. ¡Qué profundo todo lo que encierra!.
Si quieres seguir a Jesús has de aspirar a vivir este
tercer grado de amor que no es otra cosa que morir al propio amor, querer e
interés, prefiriendo y eligiendo suma pobreza, oprobios e injurias, y
humillaciones. Seguir a Jesús es, en definitiva, identificarse con Jesús, tener
los mismos sentimientos y actitudes que Jesús
Ni es fácil ni es cuestión solo de voluntad, y peor aún
en función del montón de apegos que tengamos a las cosas, personas,
comodidades, adicciones…
No se trata de esforzarse respondiendo a un “dios”
castigador o premiador… Se trata de ofrecer la vida a Aquel que me dio su Vida.
Algo que es espontaneo y es respuesta agradecida cuando se experimenta Su Amor.
Y es tarea de todos los días renunciar a esos gustos,
placeres, entretenimientos, vicios… que nos alejan del fin para el que hemos
sido creados
Y es tarea de todos los días el anteponer las necesidades
de los otros a nuestros propios caprichos o intereses.
Y es tarea de todos los días no perder el tiempo en “eso”
que me quita tiempo y vida, y coarta mi libertad
Cristo nos quiere libres y esto sólo es posible en la
medida que crucifiquemos nuestro amor. Ojalá podamos no solo decirlo sino
vivirlo.
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