martes, 12 de noviembre de 2019

"TODO ES LUGAR DE ENCUENTRO CON EL SEÑOR"



En todo/s está Dios pero ¡qué difícil verle sobre todo en el sufrimiento ajeno o cuando pasamos por una situación difícil!. Es más, tendemos a molestarnos, a enojarnos e incluso a alejarnos del encuentro con Él en la oración o en la Eucaristía y hasta llegamos a veces a culparle de lo que nos sucede. Esto se debe a nuestra pobre, limitada y errónea imagen de Dios. Nada se parece ese “dios” al Dios de Jesús, al Dios de la vida

Cuando nuestra mirada es superficial, nos cuesta descubrirle. Tenemos que aprender a mirar en profundidad las cosas, los acontecimientos, a las personas porque… “todo es lugar de encuentro con el Señor”


Los discípulos y otros muchos también vivieron esto después de la muerte de Jesús. Encerrados en su “idea” de Jesús y de Dios, les costó reconocerle en lo cotidiano, en las heridas… sólo cuando ampliaron su mirada pudieron experimentar Su Presencia

En un mundo abatido por el sufrimiento y los dolores físicos y emocionales también podemos encontrar a Dios. A Tomás le costó creer que Jesús seguía vivo pero, cuando entró en contacto con las heridas, le reconoció. En el prójimo herido podemos encontrarnos con Él.

Ampliemos nuestra mirada si queremos experimentar su Presencia. Si continuamos mirando todo y a todos de manera superficial y nos quedamos con lo que nuestros ojos físicos alcanzan a ver… Si seguimos limitando y encasillando a Dios en nuestros criterios e ideas… difícilmente podremos descubrirle en todo/s

Recuerda siempre y en todo momento: “Todo es lugar de encuentro con Dios”

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