sábado, 2 de noviembre de 2019

"¿QUÉ TAN AGRADECID@ SOY?"


¿Cuántas veces los otros hacen algo por ti? Tal vez un detalle, un regalo, una ayuda, una invitación, una llamada, un rato compartido para escucharte… ¿Cómo respondes a ese amor? Se me ocurren dos actitudes: La del fariseo y la del publicano
El fariseo se cree merecedor de “eso” que le dan o hacen por él
El publicano desde su humildad, reconoce el don recibido y muestra con hechos “tanto amor manifestado y experimentado”


Así como nos relacionamos con las personas nos relacionamos con Dios, así como nos relacionamos con Dios nos relacionamos con las personas. Ante Dios tan solo son posibles estas dos mismas actitudes. La del fariseo que se cree merecedor, dice gracias pero se queda de brazos cruzados y no responde ante tanto amor “porque es bueno y ¡qué menos!... es lo que merece”
O la del publicano que, a pesar de sus fallos, sus caídas y defectos, es consciente de ese amor y responde con su vida como acto de agradecimiento

“Es de bien nacidos ser agradecidos” dice el refrán. Y está bien agradecer con palabras pero ¡qué cortitos nos quedamos!
Nuestra respuesta nunca podrá compararse al gesto de amor de Dios o de los otros pues ellos fueron los que tomaron la iniciativa, pero no por eso vamos a dejar de expresar con obras o gestos aquello que nos dieron o hicieron por nosotros

¿Cuál es mi respuesta ante tanto amor recibido de Dios o de mis hermanos?

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