¿Quién no ha vivido o vive en
la mentira? Cuando no somos fieles a la verdad solo hay angustia y tristeza en
nuestro interior. Es inútil perseverar en la mentira. Podemos engañar a otros
haciéndoles creer que todo nos va bien, que somos felices… pero en realidad
somos bien conscientes de la farsa en la que vivimos.
Por querer conseguir o
mantener “eso”, o por no renunciar a “eso”, que consideramos que lo es todo…
nos perdemos el TODO. Elaboramos un cuento creyendo que “eso” es lo más, que es
lo que puede dar sentido a nuestra vida… podemos incluso justificarlo y a veces
hasta muy santamente… pero es solo una fantasía que no termina con un final
feliz a menos que cambiemos el argumento y dejemos de guiarnos por criterios
humanos.
Y a cada rato se nos pueden
presentar situaciones que nos inviten a ser fieles o infieles a la verdad. Hace
unos días me ofrecieron algo. Tardé un día en responder si aceptarlo o no.
Humanamente encontraba muchas razones para decir “sí” pero si quería ser fiel a
mis valores y principios tendría que responder con un “no”. Alargué
innecesariamente el momento. Fue un calvario. “Sí”, “no”, “sí”, “no”… tan
pronto me venía como me iba. Me sentía como deshojando la margarita. La
tentación es la tentación y no va a dejar de existir pero siempre se le puede
poner un alto (confieso que no siempre he tenido la fortaleza y la
determinación para hacerlo). Sonó el teléfono, y se me pidió dar una respuesta.
Dije “no” pese a lo que suponía de renuncia, pese a cerrarme puertas… Expliqué
las razones de mi “no” y lo que me costaba decirlo. La otra persona agradeció
mi sinceridad pero lo mejor de todo es la paz que quedó en mi corazón al
terminar la conversación, por no hablar de la alegría. Y no solo eso, de pronto
me escuché diciendo en voz alta: “Me siento liberada”. ¡Claro que sí!. No podía
ser de otra manera. La verdad nos hace libres. El ser honestos, sinceros,
transparentes… nos hace libres. A los ojos del mundo seremos criticados,
utilizados… Puede que se burlen por lo que hemos dejado pero ¿qué se pierde
cuando se tiene TODO?. “Eso” que creemos que vamos a ganar, las pseudoganancias
de traicionar a la verdad, es una nadería comparado con el TODO
La verdad nos hace libres…
inunda de paz nuestro corazón… nos hace experimentar un gozo que no se puede
explicar con palabras.
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