No
me conformo con migajas que tiran otros de sus mesas. Lo quiero TODO. Nunca
podré disfrutar del banquete ni gozar de la Presencia de quien me invita, si me
sigo entreteniendo con lo que otros echan desde sus mesas. Esas “pequeñeces” no
solo dejan el alma insatisfecha sino que además avivan el deseo de más y más
para acabar teniendo nada
Sentarse
a la mesa supone renuncias, implica vaciarse… y nuestra humanidad frágil,
caprichosa, lo ve como una amenaza, como una privación de los placeres de esta
vida
¡Qué
lejos de comprender el Misterio!
¡Qué
lejos de gozar de la Presencia de quien lo es TODO y lo da TODO!
Perder,
dejar, soltar… todo (quereres, gustos, apetencias, vicios, modos, ideas…
incluso creencias esclavizantes) para tenerlo TODO (el Bien Supremo, la
verdadera y auténtica felicidad)
El
problema creo que se agrava cuando no somos conscientes de cuál es nuestro
todo. ¿Cuáles son esas migajas sin las que no puedo vivir? ¿Cuáles son esas
migajas añoradas y por las que empleo tanta energía en conseguir? ¿Cuáles son
esas migajas que me deslumbran y seducen?... Porque no importa cuántas sean o
cuál sea su tamaño, las migajas migajas son y por pocas o pequeñas que sean
siempre nos impedirán tenerlo TODO
No
es necesario esperar a morirnos para gozar de esa vida plena que se nos ofrece
aquí y ahora, hoy. Podemos poner los medios para disfrutar de ella, por
supuesto que sin dejar de contar con la gracia de quien nos la quiere dar. Solo
con nuestro esfuerzo y determinación acabaremos amarrándonos “a lo de antes”
porque lo conocemos, porque nos da seguridad… y terminaremos justificando
nuestras acciones y conductas tratando de auto engañarnos.
Lo
tengo claro… “Yo lo quiero TODO”. Y sé que hoy seguro que patinaré, y que
mañana quizás retrocederé, y que pasado podré caerme… pero mientras el deseo
permanezca, ponga los medios y cuente con su gracia: Todo es posible.
Gloria. Ya lo dijo JUAN DE LA CRUZ no?? "Para venir a tenerlo TODO no hay que tener ni desear algo en nada"
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