Leyendo un libro me encontré con esta afirmación: “Decir no al amor es negarse a la vida”. Pienso en todas las veces que he dicho no… a oportunidades, a personas… Pienso en tantas cosas ofrecidas con y por amor, y no aceptadas. ¡Qué ingratitud!. ¡Qué inconsciencia!. Pienso en las ocasiones que he antepuesto mis intereses, mis apetencias, mi comodidad… y he rechazado el amor donado.
¡Qué
bonito suena eso de abrirse al amor o acoger el amor de Dios!. No es algo
abstracto sino tangible puesto que lo podemos hacer vida cada día pero la
realidad es que nos cerramos a ese amor cada vez que le decimos “NO” cuando se
nos hace presente a través de los acontecimientos, de las personas que nos
rodean…
Todo
el amor que recibimos viene de Él, y se sirve de cualquier situación, cosa o
persona para expresárnoslo. Pensemos en todo lo que tenemos a nivel material,
de relaciones, de capacidades, de fe… todo, TODO es un regalo de su amor. ¿Cómo
responder a tanto amor manifestado de tantas maneras si no es amando en todo lo
que hacemos, y a todo aquel que se encuentre en nuestro camino?
Que
sepamos reconocer su amor en tanto y todo lo que recibimos cada día, en tanto y
todo como tenemos.
Que
acojamos ese amor, que no nos neguemos a la vida, a todo lo que de Él procede,
y lo agradezcamos.
Que
otros puedan ser testigos de su amor por medio nuestro.
Muchas gracias Gloria, me hace reflexionar
ResponderEliminar🙏🏽☝🏽Gracias
ResponderEliminarGracias, Gloria me ha hecho bien, tu comentario lo llevo a la oración.
ResponderEliminarY así es, como dices, amando en todo lo que hacemos, y a todo aquel que se encuentre en nuestro camino. Gracias por tu hermosa reflexión Gloria.
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