domingo, 22 de octubre de 2023

“PERSONAS ELEGANTES”

 

No sé si elegante es el calificativo más acorde para las personas de las que voy a hablar pero es el primero que me surge.

El otro día en un grupo se dio una circunstancia que me hizo calificar a una persona de elegante. No se conocían entre sí pero una de ellas comenzó a hablar de una pérdida sufrida hace un tiempo. Otra de ellas que llevaba en su haber una gran carga a nivel de pérdidas (familiares y personales) no hizo alusión alguna a su situación personal. Con atención escuchó a la que compartió su dolor sin hablar de sus vivencias y experiencia.

Me cuestionó este hecho. Muchas veces creemos que lo que nos pasa es lo peor que le puede pasar a un ser humano. Hablamos y hablamos de ello, sin saber y ni siquiera cuestionarnos qué sucederá en la vida de los otros.

Esta situación me llevó a calificar de “elegante” a la persona que escuchó. Porque escuchar es eso… acompañar, saber ESTAR, no replicar, no interrumpir, no contar mi historia cuando el otro me cuenta sus penas. Y no solo esto, en esa elegancia va inserta la humildad, el salir de sí, el amor…


Nada de mirarnos todo el día el ombligo como si lo que viviéramos fuera la mayor desgracia. Quizás la persona que tenemos enfrente está pasando por una situación que necesita de nuestro consuelo, y tal vez nos haga mejor escucharla que contarle nuestras “lamentos”.   

3 comentarios:

  1. Si, eso es elegancia, saber estar, acoger...

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  2. Escuchar, esta es una de las asignaturas siempre pendientes que tenemos todos, en mayor o menor medida. Oímos, sí, pero ¿atendemos, nos interesamos por lo que el otro está compartiendo con nosotros? En definitiva, ¿escuchamos? Me temo que estamos demasiado ocupados con y preocupados por lo nuestro. Lamentable.

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  3. En la escucha atenta al otro hay caridad, olvido de uno mismo.

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