Yo me siento una de esas fariseas… ¿Qué hago por
Cristo?... Cristo es hoy, es ahora… se presenta ante mí en cada persona, en
cada acontecimiento…
En esta realidad de dolor, de sufrimiento, de injusticias…
no dejan de sucederse situaciones a mi alrededor que me cuestionan y sacuden.
Personas y familias enteras experimentan necesidades, dificultades y problemas:
Don “V” fallece en la puerta de catedral, donde siempre pedía, solo y
abandonado… “C” es alcohólico, tiene una hernia y no dispone del dinero
necesario para operarse… “G” no matricula a su hijo en la escuela por falta de
recursos… “R” apenas tiene para lo del día, y recientemente diagnostican a su
hijo con leucemia… “J” no se puede matricular en el colegio porque tiene
pendientes las mensualidades del año pasado… “B” tiene que trabajar por la
noche en la maquila arriesgando su vida en el desplazamiento… “L” intenta
acabar con su vida porque se siente un estorbo… “C” fue abusada por su cuñado cuando
tenía 9 años… a “A” le abandona su esposo después de 30 años de matrimonio…
Ante todo esto siento rabia, impotencia… pero también
enojo conmigo por no hacer lo suficiente. Hay quien se preguntaría ¿dónde está
Dios en medio de estas realidades?. Pero para algo nos ha creado… tiene
nuestros ojos, nuestras manos, nuestros recursos, nuestras cualidades y dones
para poder responder a las situaciones que se nos van presentando
Más bien, Dios está disfrazado y escondido en cada una de
esas personas que se cruzan a nuestro lado. ¿Cómo respondo? Hay una canción que
dice “No, no, no basta rezar, hacen falta muchas cosas para conseguir la paz”.
Es necesario orar, rezar pero no descuidemos a nuestro prójimo porque de ser
así escucharemos a Jesús decirnos: “Me honras con los labios pero tu corazón
está lejos de mí”
¿Qué hago por Cristo? ¿Qué puedo hacer por Cristo?
Gracias por compartir esta bella reflexión.muy cierto,la fe sin obras se queda a medias.🌹
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