¿Quién en el territorio hondureño no ha
sido afectado por el huracán “ETA” directa o indirectamente? Quien más, quien
menos, ha sufrido la pérdida o desaparición de familiares o amigos, la pérdida de
enseres personales o incluso su casa, la desolación al ver en qué quedó el
fruto del arduo trabajo, la larga espera de ser rescatados, el hambre y la sed,
la impotencia ante tal desastre, la frustración o la cólera por la
irresponsabilidad de un gobierno que no tiene en cuenta el bien común…
“Afectados pero no derribados” porque
si algo tiene este pueblo es que ha sido tan apaleado que tiene capacidad de
sobreponerse a todos los azotes. Es impactante el testimonio de quien
habiéndolo perdido todo se agarra a la fe y da gracias a Dios por seguir con
vida. “Lo material se repone” – dicen – “ahora lo que toca es trabajar”.
En medio de tanta tragedia, de las
adversidades, del sufrimiento por las pérdidas humanas y materiales… siempre
queda la esperanza alimentada por la fe y motivada por toda la gente de buen
corazón que alivia a su prójimo paliando sus necesidades de alimento, cobijo,
medicamentos, consuelo… Bendito sea Dios que se hace providente en tant@s
samaritan@s que son sensibles ante el dolor y las heridas de los otros, que no
pasan de largo, que responden con lo que tienen y lo que son.
“Afectados pero no derribados” por el
huracán “ETA”, porque Honduras es de todos, porque es tiempo de reconstruirla,
porque la hermandad y la bondad del corazón se han hecho presentes y esto
alienta la esperanza. Otra Honduras es posible: Una Honduras donde prevalezca
el amor, la solidaridad, la paz, la justicia, el respeto a la dignidad humana…
Una Honduras como todos la soñamos y deseamos. Es hora de participar todos,
cada uno desde sus posibilidades… ¡Fuerza Honduras!
No hay comentarios:
Publicar un comentario