lunes, 21 de diciembre de 2020

"GRACIAS LUCÍA"

 

Ayer en la mañana resonaba en mí esta frase “Alégrate, mi favorita, el Señor está contigo". Qué bonito que cada uno la hiciéramos nuestra y nos creyéramos que hay más de un motivo para estar alegres, que somos sus favoritos, que siempre está con nosotros. No tienen que pasar cosas extraordinarias para saber que está o para estar alegres pero hoy sí que pasó algo increíble.

Por la tarde me llamó mi sobrina contándome algo que le había sucedido y terminaba yo recordándole: que el Señor es grande, que para Él lo que nos parece imposible puede ser posible, que tiene muchas razones por las que agradecer y sentirse dichosa, y por supuesto que ha sido elegida y es su favorita.





Os voy a compartir lo que vivió: Lucía estaba reunida con su grupo de scouts en la Iglesia. En  estos días la luz de Belén va por las parroquias, por los domicilios... y esta tarde les dijeron que tenían que llevarla a una residencia de ancianos. Cuando se dio cuenta que la luz de Belén iba para la residencia donde se encuentra mi abuela, rápidamente se ofreció. Fueron un grupito de jóvenes. En su corazón el deseo de ver a su bisabuela pero también la duda de si sería posible, porque las residencias están cerradas a cal y canto por la pandemia de COVID y no se permite la entrada a familiares. Al llegar les dijeron que solo dos podían entrar. Le cedieron la oportunidad a Lucía para ver si se le concedía ver a su “bisa” aunque fuera de lejos. Según entró, cuenta ella, que fue al mostrador y solo dijo: “¿Gabriela?”. Era la hora de cenar y ya estaban los abuelos en la fila para entrar al comedor. La “bisa” estaba en su silla de ruedas y la primera. La muchacha que atendió a Lucía giró a la “bisa” y les dijo a las del comedor que esperasen unos minutos. Cuando la “bisa” vio a mi sobrina dijo: “Lucía”. Lucía no paraba de llorar contándomelo pero dice que así fue en los pocos minutos que pudo estar con ella. Las dos lloraron por la alegría del reencuentro. Mi abuela preguntó por todos nosotros. Se tomaron una foto. Y al despedirse hasta le felicitó la Navidad a Lucía. Mi sobrina no daba crédito a lo que había sucedido. Ya no quiere regalos, para ella éste ha sido el mejor regalo que podía haber soñado. Ningún regalo puede superar el haber tenido la oportunidad de estar con mi abuela, algo que no se puede pagar ni con todo el oro del mundo

Este regalo lo siento también mío y un poco de todos. También el que me lo haya contado ella en primera persona, sentir su emoción, y también sus lágrimas, y su alegría, y su asombro… Gracias Lucía. “Para Dios nada hay imposible”… definitivamente. Todo se dio con suavidad, todo como en bandeja, para que pudieran encontrarse, para que pudieran estar, para que el amor pudiera ser.

El Señor me había dicho por la mañana que estuviera alegre… no me esperaba un regalazo así. Infinitamente agradecida por tanto amor y por lo que ha supuesto esto para Lucía y mi abuela. “El Señor ha estado grande y estamos alegres”. La luz que hace dos mil años condujo a los pastores hasta Jesús, esta vez llevó a una biznieta hasta su bisabuela. ¿Qué puedo decir? Tan solo: "GRACIAS".

4 comentarios:

  1. Wowwww me imagino cuánta emoción, sentimientos encontrados, tanta ternura. El mejor regalo!!!

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  2. Verdaderamente que el Señor ha estado grande con ellas.Le doy gracias por ello.Marilines

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  3. Gracias Gloria y graacias a Lucía por compartir, lo leí despacio y es hermoso, Dios siempre está en todo momento. 🙌

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  4. ¡Que regalo! Cuantos desean volver a estar con aquella persona que aman o que amaron pero ya no es posible. Gracias a Dios por permitir esa gran oportunidad a tu sobrina y abuela la cual llenó de alegría a tu familia y a traspasado fronteras y a llegado hasta nosotros gracias a ti Gloria. Gracias a Dios por que siempre florece el Amor.

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