Que Dios se haya
encarnado en la más absoluta miseria y pobreza nos recuerda que es capaz de
habitar cualquier corazón. Por mucha miseria y pobreza que encuentre en un
corazón, por muy dolido, herido o roto que esté… para Él no hay nada imposible
Confía, no pierdas la
esperanza. Unos lo desean, a otros no les interesa, otros lo rechazan, algunos
no se sienten dignos, hay quien contempla cómo se le pasa la vida y va
perdiendo la ilusión. Y la verdad es que en la historia hay ejemplos de todo
tipo que demuestran que es posible que el encuentro se produzca: Los pastores animados
por un ángel y guiados por una estrella llegan hasta Dios hecho Niño… Simeón y
Ana pese a tener una edad avanzada ven al esperado Salvador… la vida de Pablo,
que tenía su propia idea de Dios pero distaba del Dios de Jesús, da un giro de
180 grados cuando se encuentra en pleno apogeo de persecución a los cristianos…
Agustín cansado de buscar la verdad la acaba encontrando… Ignacio, obligado a
recuperarse en una cama, conoce y se apasiona por la vida de Jesús… Son muchos
los hombres de ayer y de hoy, la mayoría anónimos, que han vivido un encuentro
profundo con el Señor y han experimentado una transformación en sus corazones
No hay nada que podamos
hacer para provocar o adelantar, ni tan solo un segundo, ese momento. Su tiempo
no es nuestro tiempo. Sus caminos no son nuestros caminos. Su lógica no es
nuestra lógica
Él que ha sido capaz de
irrumpir en corazones llenos de odio, rencor y deseos de venganza… Él que ha
sido capaz de cambiar corazones endurecidos en corazones de carne… Él que ha
dado un nuevo sentido a la vida de quienes ya habían perdido toda esperanza… ¿Por
qué no podría hacer lo mismo con y en tu vida si eres su Hij@ Amad@?
Abandónate, confía y espera. No te impacientes, todo llega.
Gracias muchas gracias Gloria. El tiempo de Dios llega, llena y transforma.
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