Mira tu historia y pregúntate si tienes algo de lo
que vanagloriarte o sentir satisfacción. ¿No cuentas en tu haber con más
fracasos que éxitos? ¿Qué sembraste, cuántos frutos diste, qué cosechaste? Si
hay algo de lo que puedes enorgullecerte es de que Dios siempre ha estado
presente pues está haciendo un proyecto de amor con tu vida. Eres su proyecto
de amor. Quizás tu historia no sea la historia de amor por Él pero puedes tener
la seguridad de que es la historia de amor por ti.
Y es que si revives en tu memoria cada momento, cada
acontecimiento, cada oportunidad, cada persona que se cruzó en tu camino…
descubrirás cómo te ha ido manifestando y expresando su amor. Ese amor también
se hizo presente aquellas veces que te rescató, que guió tus pasos, que te
protegió del peligro, que te consoló y fortaleció en tus desolaciones, que te
acompañó en tu soledad y noches oscuras…
Ábrete y déjate abrazar por su amor. Mira tu
historia y tu presente desde su amor para contigo, no desde tus fallos, caídas,
defectos, fracasos. Tal vez has mirado siempre el tapiz desde ti y no te
gustaba, renegabas, te quejabas, te culpabas y hasta maldecías o negabas a
Dios. Mira el tapiz desde su lado y verás una bella obra llena de colorido y
vida, que se ha ido tejiendo desde hace años con mucho amor. Desde Él todo luce
distinto
Recuérdalo: “Eres su proyecto de amor”
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