lunes, 20 de noviembre de 2023
“¿TOCAR O DEJARSE TOCAR?”
¿Qué diferencia hay entre tocar un instrumento y que un instrumento sea
tocado?. Tocar un instrumento implica poner todo de nuestra parte para que la
música sea. Incluso hay una intención más o menos manifiesta: Pasar un buen
rato, sentirse mejor, perfeccionarse como músico y tener éxito, alegrar el día
a otros…
Que un instrumento sea tocado implica dejarse hacer por otro para que se consiga
el objetivo de ese otro: Dependencia, pequeñez, disponibilidad, servicio…
Esta misma diferencia existe entre quien quiere hacer la voluntad de Dios
y trata de agradarle con gestos, obras, esfuerzos, sacrificios e incluso
penitencias, y quien simplemente se abandona en sus manos para dejarse hacer
por Él.
Quien se empeña en tocar el instrumento puede estar buscándose en ello.
Quien se deja tocar, se vacía de cualquier querer o interés personal para
que se haga la voluntad de Otro.
Es notable la diferencia. Si somos los protagonistas sonará la música que
queramos y cuando queramos. En cambio, ser el instrumento requiere mucha
humildad. No se elige la música, se acepta en libertad. Habrá tiempos en los
que el Otro preferirá el silencio y nada se escuchará. Para quien se reconoce
dependiente y sabe quién es el Hacedor, no busca frutos o resultados, toda
etapa es importante y necesaria.
El ideal deseado:
¿Hacer o dejarse hacer?
¿Tocar la música o dejar que el Otro haga sonar la melodía que mejor le
parezca?
¿Ser dos o ser uno con, fundirse con…?.
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