Se va a buscar a la oveja perdida y deja las 99… No nos deja
por imposibles, la salvación es para todos… El mensaje de Jesús, su consuelo,
su misericordia, su amor, sus
bendiciones, su acogida, su respeto, su delicadeza, su ternura… son para
todos
¡Cuánto nos falta para parecernos a ese Jesús al que tanto
admiramos!. Nosotros que somos tan débiles y frágiles para condenar y juzgar a
los otros, para poner zancadillas y hacer daño al que no nos mira bien o no
responde a nuestras expectativas… ¡Cuánta misericordia y caridad nos falta para
nuestro prójimo!. No te dejamos ser en nosotros y nos dejamos llevar por nuestra humanidad que desea el mal, que es
vengativa, egoísta, soberbia, orgullosa, vanidosa…
¡Qué pequeños somos! ¡Qué pequeños podemos llegar a sentirnos
en el proceso de crecimiento, de búsqueda, de parecernos más a Ti! Y es que
cuanto más creemos que nos acercamos… más lejos nos sentimos. Pero sabes cómo
salir a nuestro encuentro y consigues volver a ubicarnos cuando nos
extraviamos… tocas nuestra miseria y, en ese “tocar fondo”, reconocemos tu
gracia y tu grandeza. Y es que sin Ti y sin lo que haces en nosotros… no somos
nada
Es puro don el parecernos a Ti… ¿Lo deseo? ¿Lo quiero? ¿No
estoy ya cansado de mí… de pensamientos negativos, de deseos contrarios a tu
voluntad, de vida sencilla y fácil, de buscarme, de vivir superficialmente, de
ser esclavo de los otros o de las cosas, de…? Haz tu obra en nosotros porque
solo así nuestra vida será plena y dichosa.
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