Quien más quien menos ha
podido experimentar en algún momento de su vida la sensación de agobio. Agobio
por la posibilidad de enfermar o incluso morir, agobio por la inestabilidad
laboral o el despido en el trabajo, agobio por la crisis económica, agobio por
el encierro en casa, agobio por las clases on-line, agobio por la escasez de
recursos económicos y por la falta de comida, agobio por… ¡Son tantas las
situaciones que se presentan en el día a día y pueden agobiarnos…!
“Ven a mí si estás
cansado y agobiado” dice Jesús. Descarga en Él “eso” que hay y ahora te ahoga.
Céntrate en lo que hoy te agobia porque con lo de hoy ya tienes bastante, a
cada día le basta su afán. ¿Qué es eso que hoy te agobia? Ve a su presencia, Él
está interesado en ti, Él te quiere aliviar de esa carga con la que ya no
puedes. Si ya pusiste todos los medios y no encontraste solución o no se
resolvió, déjalo en sus manos… Él sabe lo que hacer con ello
La mayoría de las veces
el agobiarnos impide que veamos posibles soluciones. Dejemos reposar “eso que
nos quita la paz”, entreguémoselo a Él. Él irá colocando las piezas como si de
un rompecabezas se tratara pero suavemente, sin forzar, a su ritmo, a su
tiempo. Abandónate en sus brazos y confía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario