martes, 8 de septiembre de 2020

“NADIE MUERE SOLO”

 

En este momento en el que muchos pueden estar dolidos por el fallecimiento de un familiar en el hospital sin haberlo podido acompañar, o incluso el que lo hayan enterrado sin poder participar en ese adiós, es conveniente recordar que: no venimos solos a este planeta, no estamos solos y nadie muere solo

Su Presencia es fiel compañera de viaje, lo creamos o no, lo sintamos o no… Está… permanece…

Si un familiar tuyo murió y no pudiste estar ahí, no te culpes porque el Padre  Bueno le acompañó a dar el paso y le abrazó con su amor y misericordia.

Y si un día te toca llegar a vivir ese tránsito en propia carne sin una presencia física cercana, recuerda que Él te sostiene y envuelve con su amor, que no estás sol@, que nadie muere sol@. Abandónate y confía porque por muy acompañados que estemos, nuestros seres queridos no podrán entender lo que sentimos o pensamos y tampoco vendrán con nosotros. Ese viaje lo haremos con el único compañero que siempre ha estado ahí para abrirnos a una nueva vida en su Presencia y para siempre

Todos tarde o temprano daremos ese paso, es inútil que nos neguemos a reconocerlo, nadie está excluido. La realidad es la que es y nuestro tiempo es limitado. De poco sirve enojarnos con Dios o con la vida, seamos conscientes de nuestra temporalidad, de nuestra finitud… de que un día nos iremos y que aquellos a quienes amamos tal vez se nos adelanten. Nadie nos quita la vida, la vida se termina y esto es así para todos. No se trata de resignarse, de enojarse, de deprimirse, de angustiarse… simplemente aceptemos lo que es y no podemos cambiar.


Un día llegará ese momento. Ten fe y confía… Nadie muere solo.

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