miércoles, 21 de octubre de 2020

“NADA NOS PERTENECE”

 

No somos dueños ni propietarios de nada, ni siquiera de nuestra propia vida. Sufrimos en la medida que nos creemos poseedores de lo que no nos pertenece por miedo a perderlo pero también por aquello que desearíamos poseer y no tenemos. Y la verdad, todos la conocemos: “Todo es pasajero, transitorio… todo pasa”.

Creernos dueños de “…” nos produce angustia, ansiedad, depresión… y nos impide ser felices

El Señor nos concede cualidades, habilidades… pone a nuestra disposición cosas, la naturaleza… nos regala compañer@s de camino… Todos medios desde los cuales y con los cuales poder amarle y servirle. Pobres de nosotr@s si hacemos de nuestro trabajo, o de nuestras cosas, o de los frutos cosechados, o incluso de nosotros mismos, el centro y fin de todo.

Que recordemos siempre quien es el dador, el dueño y Señor de todo, el Creador. Que todo pasa y nada permanece. Que es inútil aferrarse a lo que perece, que es necedad poner nuestra felicidad en lo que tarde  o temprano desaparecerá. Que tan solo somos administradores de lo que se nos ha dado.

Que recordemos nuestra verdad de seres finitos. Que vivamos indiferentes, desapegad@s a todo lo creado

Y es que… “Solo un corazón libre, un corazón centrado y apoyado en Dios es feliz”.



No hay comentarios:

Publicar un comentario