¡Qué fácil y sencillo hablar y decir cosas
hermosas!
¡Qué pesar cuando, todas esas frases o expresiones
bellas, resultan vacías y huecas!
Y es que hay muchas palabras que contienen
mensajes que alegran, estimulan, motivan… pero si no se dicen con el corazón no
llegan ni a tocar la piel de quien las escucha. Pienso en un “Te quiero mucho”
o en “Hermanito”, “Hermana”…
De igual forma, si las palabras no van acompañadas
de gestos o se materializan en hechos, detalles, acciones…quedan en lo que son:
palabras. Y no son creíbles
Podemos dar vida y hacer mucho bien con las
palabras pero cuando no salen del corazón y no las cargamos de sentido, sentimiento
y gestos… de nada sirven
Palabras que expresan afecto, reconocimiento,
admiración, valoración… no transforman la vida de quienes las escuchan si no se
demuestran con obras
Conclusión: Acompañemos nuestras palabras con
hechos
No hay comentarios:
Publicar un comentario