Creo
que hay una intención consciente o al menos inconsciente cuando se trata de
agradar a alguien. Pienso que hay una necesidad que trata de ser satisfecha:
valoración, afecto, reconocimiento… o una ganancia que desea alcanzarse.
Será
quizás por mi manera de entender el agradar que no deja de cuestionarme cuando
oigo a alguien decir que quiere “agradar a Dios”. Y es que percibo que
normalmente el enfoque está orientado en el hacer, en el compromiso... a veces
en el miedo. Y quizás respondiendo a una idea de un “dios” que pide, que exige,
que espera, que premia o castiga
Pienso
en mi vida, concretando aún más, pienso en mi relación con mis padres y me doy
cuenta de que no hago nadita por querer agradarles. Pienso en otras relaciones
o en mi historia y no recuerdo haber hecho algo por agradar a otros. Puedo
parecer egoísta, quizás es porque lo soy, pero no me mueve el tratar de agradar
a los demás. Ni siquiera hago lo más mínimo por agradar a Dios. Tal vez alguno
que lo lea se escandalice pero esa es mi verdad
Mis
padres me aman, lo sé y lo siento. No necesito agradarles para que me amen
porque ya lo hacen. Mi respuesta a tanto amor es el amor. Pienso que con Dios
es igual, no tengo que hacer algo por conquistar su amor porque no es objeto de
conquista, es regalo que se me da en cada momento sin condiciones de ninguna
clase. No necesito hacer sacrificios, esforzarme, ganar puntos, cumplir… A Él
ya lo tengo, si así lo quiero, sin necesidad de…
No
creo en un Dios que espera que le agrade. Creo en un Dios que me ama
incondicionalmente tal y como soy, que solo busca encontrarse conmigo y expresarme
su amor. Mi única misión es abrirme a ese amor y acogerlo. Después de eso solo
se puede amar. Desaparecen otros verbos: cumplir, complacer, conquistar,
agradar, comprometerse…
Cuando
estás desolado compartes tristeza, cuando estás enojado te llevas a cualquiera
por delante, cuando estás ilusionado avivas la esperanza, cuando estás
necesitado buscas llenarte y satisfacer tus carencias agradando a otros… cuando
te sientes amado, amas.
allí está la clave de todo precisamente en el amor, y es que si en verdad amaremos como Dios nos ama no mendigaramos el amor porque estaríamos llenos del mismo amor que los viene de Dios ♥️ gracias Gloria nuevamente por tus palabras bendiciones
ResponderEliminarAmén
ResponderEliminarA pesar de cada uno de nuestros errores Dios siempre no ama, nada ganamos nada con hacer cosas ppr agradarle a persona, si antes los ojos de Dios no es de su agrado
ResponderEliminarAMÉN
ResponderEliminarDios nos ama sin condición 🙏
ResponderEliminarQue bello es tu comentario. El amor es algo que entre más se da más crece. Así es nuestra relación con Dios.
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