viernes, 26 de mayo de 2023

“DOBLEGAR EL EGO”

 

¡Qué difícil eso de la obediencia!. Se complica aún más cuando sabes que la otra persona se está aprovechando de ti, o se está riendo de ti a la cara, o se cree que eres tonto y no te das cuenta. Es inevitable que el ego quiera reaccionar, unas veces imponiéndose y otras huyendo. Pero ni de una manera ni de otra encontramos paz en nuestro interior.

Cuando se presentan esas situaciones difíciles en las que sientes que te quieren aplastar o realmente lo hacen: Utiliza los medios a tu alcance (defendiendo tus derechos pero sin hacer daño a otros), y si no logras tu objetivo es mejor aceptar humildemente, callar y hacer lo que te digan. Parece que así pierdes la batalla pero en realidad la ganas. Sitúate en el lugar correspondiente y cae en la cuenta de a quién le dices “Sí” y por quién lo haces.

Doblegar el ego… no porque sí, no por sumisión, no por quedar bien, no por miedo. Doblegar la voluntad (el propio querer, interés, apetencia, gusto…) a Su Voluntad. Por Él… solo por Él. Todo un acto de humildad que nos acerca más a Dios.

Hoy Jesús le pregunta a Pedro hasta tres veces: “¿Me amas?”. Aquel le responde: “Sí, Señor, tú sabes que te amo”. Y a esta afirmación Jesús contesta con una invitación: “Apacienta mis ovejas”. Dejemos resonar la pregunta de Jesús en nuestro corazón: “¿Me amas?”. Ahí ya no caben excusas, quejas… ¿Qué respuesta dar a eso que me están pidiendo que haga y a lo que tanto me resisto?. Si realmente le quiero, solo queda callar y responder a ese amor con la vida, con lo que somos y tenemos. Es el único camino para encontrar la paz.

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