Muchos
buscan si no es ganar el mundo entero al menos una parte. Tristemente no son
tantos los que se preocupan por su alma, por desconocimiento, por descuido,
porque no lo consideran importante, porque no es algo de lo que se hable en los
medios de comunicación… Lo cierto es que estamos en esta vida de paso, y tarde
o temprano todos llegaremos al final del camino ¿De qué servirá aquello que
tantos dolores de cabeza nos dio, o en lo que invertimos tanto tiempo, o
aquello que conquistamos? ¿Acaso no perecerá todo con el último suspiro y nos
iremos como vinimos? ¿Cómo quedará o qué pasará con nuestra alma si no la
atendimos mientras vivimos?
¿De qué sirve el reconocimiento y la admiración de los otros, si nos quieren o no, tener un trabajo fijo y que nos genere unos ingresos considerables, alcanzar una buena posición social, acumular títulos o conocimientos, lucir bellos… si perdemos nuestra alma?
¿Qué
ocupa nuestro tiempo?, ¿Cómo vivimos nuestro día?, ¿Qué nos preocupa?, ¿A qué
le damos importancia o valor?, ¿Dónde está puesto nuestro corazón? Dinero,
espectáculos y entretenimientos, juegos de azar, adicciones, redes sociales,
televisión, viajar, conseguir ser admirados, que nos digan lo bonitos que
lucimos o lo bien que hacemos las cosas o lo buenas personas que somos…
Se
invierte tiempo y dinero en salud, en parecer eternamente joven, en cuidar la
imagen… Deseando vivir más perdemos el tiempo presente. Y tratamos de huir de
un destino final inevitable que, a algunos en cualquier momento, puede
sorprendernos sin avisar.
¿De
qué sirve ganar el mundo entero, si se nos va la vida en ello y lo que es peor,
si perdemos nuestra alma? ¿Cómo cuidar y alimentar nuestra alma? ¿Realmente lo
deseamos y estamos dispuest@s a poner los medios o preferimos seguir como hasta
ahora poniendo seguridades y confianza en creencias, fortalezas, en lo que
sabemos, en lo que tenemos o en lo que podemos? ¿A qué nos conviene renunciar
(hábitos, actitudes, actividades, personas, lugares…)? ¿Qué cambios necesitamos
hacer en nuestra vida?
Nos
queda poco… a unos menos que a otros… ¿Nos podemos permitir el lujo de seguir
perdiendo el tiempo?
La inconsciencia del verdadero valor de la vida, del porqué vivimos, lo pasamos por alto, es muy cierto tú hermoso comentario Gloria, no somos conscientes de el final verdadero de nuestra vida.
ResponderEliminarSaludos
El camino es bonito. A pesar de todas las penas que nos parece que sufrimos, que no valen nada. Pero el destino es infinito. Y aunque a veces a mí me parece largo, el camino de la vida, en realidad es muy corto
ResponderEliminarLa reflexión me lleva a la Carta de S.Pablo a los Corintos 13:1 "Si no tengo amor no soy nada. ¡Aquí está toda la verdad!
ResponderEliminarYo tengo una tía de 95 años, sin hijos. Ella me dice siempre, por qué Dios me da este castigo, si yo sólo quiero morirme...y yo le digo, noo, no digas eso, Dios no nos castiga, Dios te llevará cuando Él quiera. Yo te entiendo. Pero eso no lo podemos decidir ni tú ni yo. Si no te lleva es porque tú eres importante para nosotros, necesitamos quererte. Tú eres un regalo de Dios para nosotros. Ella no lo entiende muy bien.
ResponderEliminarBuen cuestionario para evaluar nuestra vida.
ResponderEliminar