martes, 8 de febrero de 2022

“ENCUENTRO Y EXPERIENCIA”

 

Oraciones, eucaristías, compromisos, buenas obras… ritos, tradiciones, normas y preceptos… Jesús lamenta cómo muchos honran a Dios con los labios mientras el corazón está lejos de Él.

Siglos después seguimos cayendo en la misma tentación, la de crear una religión a nuestra medida en la que: buscar cumplir, tener tranquila la conciencia, aparentar ser santos de cara a los otros, comprometernos unas horas a la semana…

Una religión basada en las normas y en la moral: esclaviza, oprime, no resulta atractiva. Desde una religión así se pueden hacer también muchas cosas buenas pero fundamentadas en el miedo, en las heridas, en necesidades insatisfechas, en la imposición, en el qué dirán, en la justificación ante un “dios” que premia o castiga en función de las acciones o del  comportamiento…

Una religión basada en las normas y en la moral, acaba cansando y termina por abandonarse… Es tristemente muchas veces lo que proyectamos y defendemos así que no debe de extrañarnos la deserción.

Desde una religión así se motiva y anima al compromiso, al hacer, al servir… como actos externos pero huecos, porque parten de una creencia, de una idea. Tienen su origen en la mente y su fin en una acción. ¡Qué diferente es la religión o la fe de quien vive, actúa, se relaciona, desde la experiencia de encuentro con Alguien!. Aquella que parte del corazón y transforma todo lo que toca.

¿Por qué en vez de promover el hacer, respondiendo a la moral y a la norma o a un “dios” inventado o aprendido, no favorecemos el encuentro personal con ese Dios a quien no conocemos y es principio y fundamento de todo?

Es el encuentro, es la experiencia, lo que cambia todo: la mirada, la forma de ser, de estar y relacionarse con los demás, con uno mismo, con Dios, con las cosas…

“Este pueblo me honra con los labios pero su corazón está lejos de mí”. Es como comenzar a construir la casa por el tejado. Sin cimientos ¿cómo se puede sostener la casa?. ¿Cómo se puede sostener la fe sin el encuentro con el Amor y la experiencia del Amor?

¿Dónde está nuestro corazón, qué busca y a quién, qué desea, en qué ocupa su tiempo, en qué se entretiene?

¿Dónde está nuestro corazón mientras habla de Dios, o ayuda y sirve a otros?

1 comentario:

  1. Gracias Gloria. Por tu luz. Por seguir ahí siempre. Contra viento y marea. Por compartir tu fe conmigo. Porque tus reflexiones me mueven, me motivan

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