Parece
que la confianza es un valor en desuso. En unos casos nunca se aprendió, en
otros puede ser que la propia experiencia en la relación con otros lleve a las
personas a desconfiar
Confiar
es de valientes porque supone arriesgar, ir a ciegas, tirarse al vacío,
exponerse…
Cuando
se trata de la confianza en la relación con Dios ¿Quién confía en quién?
Se
escucha a muchos creyentes decir que confían en el Señor pero a la vez desean
que Él haga la voluntad esperada por ellos. ¿Qué sucede si lo que anhelan no
llega de parte de Dios? Ahí es donde se trunca en muchas ocasiones la relación
con Él. “No me escuchó”, “No respondió a
mis plegarias”… “¿Qué clase de “dios” es éste? ¿Acaso no es todopoderoso? ¿Por
qué no me dio lo que le pedí?”
Puede
que seas de las personas que confía en Dios a pesar de lo que llegue a tu vida
porque sabes que nada te va a separar de Él ni de su amor y misericordia, y eso
está por encima del mal, o de cualquier adversidad
Pero
vamos más allá. Escuché el otro día en un retiro una frase que resonó en mi
corazón: “La confianza comienza en el
fiarse Dios de mí”. Pero ¡cuidado! porque algo tan bello veo que también
tiene encerrada una trampa en la que podemos caer
Veo
dos maneras de interpretarla… me quedo con la segunda:
1.- Dios se fía de mí. “¿Cómo voy a fallarle?”, “Tengo que demostrarle que puede confiar en
mí, no le voy a decepcionar”, “Voy a comprometerme en…voy a hacer…”.
Peligro que corro: Convertirme en protagonista de la historia y de la relación
y basarla en el esfuerzo personal, en el hacer, en los logros…
2.- Dios se fía y sirve de mí para ser, para
hacer su obra… pero necesita mi colaboración: Disponerme y dejarle… lo demás
corre de su cuenta. Se fio de María, de José y de tantísimas personas a
través de los siglos. Se sigue fiando hoy. Ceder el control, no forzar, no
dirigir… estar atentos a las insinuaciones del Espíritu, acoger las
invitaciones y responder con generosidad
Y de
nuestra parte: Confiar… claro que sí… Confiar en que el Señor “Todo lo hace
bien” porque así fue desde el principio de la creación, así lo testimonió Jesús
y así sigue siendo.
Hola Gloria. Para mí la palabra que lo resume todo es hágase, hágase en mí tú voluntad. Gracias
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