lunes, 28 de marzo de 2022

“¡HAY TANTO QUE AGRADECER…!”

 

Soy una desagradecida… no se valorar todo lo que tengo, todo lo que se me regala… siento que a veces lo doy todo por hecho y no reparo en que todo es don.

Este fin de semana fue de muchas emociones, de muchos reencuentros… motivos más de mil para dar gracias. Y me llamó la atención escuchar a mi amiga en más de una ocasión decir: “Gracias Señor”. Yo lo repetía en mi interior a la vez que me sonreía porque me sonaba a música celestial de lo bello que lo sentía. Y me dije: “Tengo que ser más agradecida por tanto y todo, por cada pequeño detalle… tengo que estar más atenta y alegrarme por cada regalito recibido”. Pero además y lo más importante es reconocer a quien está detrás de todo ello y lo hace posible. No quedarme en la persona, en la cosa, en el acontecimiento… sino mirar al Hacedor de todo ello. “Gracias Señor”

Providencialmente, el salmo del fin de semana decía: “Gustad y ved qué bueno es el Señor…”. Yo al repetirlo la primera vez añadí: “¡Y tanto…!”. Mi amiga no me entendió. Cuando volvimos a repetirlo pensó: “Ya sé por qué Gloria dijo ¡y tanto…!”. Y es que habíamos vivido un día demasiado intenso y feliz, solo había motivos para alegrarnos, agradecer y reconocer lo bueno que es el Señor. “Gracias Señor”



Me da tristeza cuando escucho a quien quiere morirse, a quien se queja de su vida o de sus desgracias… o cuando me escucho lamentándome por insignificancias. Tal vez no sabemos ver o valorar lo bueno, lo bello… Quizás no atesoramos los bellos recuerdos y nos quedamos en el dolor, el sufrimiento o las situaciones adversas que acontecieron en el pasado o que inquietan nuestra presente

¡Hay tantas razones, motivos, para dar gracias….!. Me estoy acordando ahora de mi vecinito de 5 años, es negrito y habla fatal el español. Tiene una carita preciosa y una sonrisita linda… para comérselo… Siempre se me alegra el corazón cuando lo veo. Ayer por la tarde llevaba en su manita un billete y su hermana mayor se lo cambió por una moneda de menos valor que el billete. El niño feliz con su moneda. Mi mami se la pidió. El niño se quedó pensativo pero, algo en él cambió de repente y, se la dio a mi madre. Me quedé perpleja… solo tenía esa moneda y se la regaló. Mi reacción fue: “¡Ay no… solo por ese gesto se merece otra moneda!”. Así que mi madre le devolvió la moneda y además le dio otra. Se fue feliz con sus dos monedas. “Gracias Señor”, pues sí, también por esto, porque eso fue evangelio… generosidad, desprendimiento… ¡Cuánto por aprender!. “Gracias Señor”

4 comentarios:

  1. Amén.
    Gracias mi Dios y Padre 🙏

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  2. ¡Bendito Dios!

    Casualmete el domingo no fui a misa por la mañana y pensamos ir en la tarde, de rempente me abrume y busque excusas y la persona que me acompaña me dice "Vamos a dar gracias a Dios" y hoy él Señor me habla a través de esta maravillosa reflexión.
    Me impacta lo que dice "Da tristeza cuando escucho quiere morirse" soy tan yo, que soy un desagradecido con Dios.
    Los niños son el reino de Dios en la tierra que nos enseñan amar sin limites.

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  3. Gracias Señor por la vida de Gloria, gracias Gloria por ayudarme a entender el amor de Dios.

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