El otro día
en un grupo nos preguntaron: “¿Cómo es tu visión de la voluntad de Dios? ¿Es de
temor o de gozo?”. Hay cosas que crees tenerlas claras y te sorprendes no sabiendo
qué decir. Lo fácil es responder con frases hechas y la teoría aprendida, pero
esta cuestión requiere de un análisis profundo de mis ideas sobre la voluntad
de Dios y del Dios en el que creo
Pues bien…
escribí, escribí… preguntándome, respondiéndome, preguntándole y esperando su
respuesta… y ayer me dije: “¿Por qué no invito a varios grupos de Whatsapp a
reflexionar sobre esta cuestión?”. Reconozco que iba buscando un poco de luz en
el pensar y sentir de cada uno. Y quiero dar las gracias a todos los que
respondieron.
Cerebralmente
fácilmente decimos que la voluntad de Dios es de gozo porque quiere nuestra
felicidad, así lo hemos aprendido pero, ¿nos lo creemos?. Tal vez cuando todo
va bien sí pero ¿y cuándo aparecen los acontecimientos adversos?. Quienes creen
en un “dios todopoderoso” que les va a sacar de todas: Se frustran, se enojan…
y en ocasiones se alejan. Los que creen en un “dios que exige sacrificios” se
consolarán y justificarán pensando que así lo quiere Él y hay que aceptarlo,
mientras habrá quien pensará que lo tenía merecido por sus pecados
Nuestra visión es muy limitada si reducimos la voluntad de Dios a lo que nos sucede en el día a día, a los acontecimientos, a proyectos concretos... Muchas de las respuestas iban por acá
¿En qué pensamos cuándo escuchamos eso de la voluntad de Dios? ¿Hacer? ¿Resultados? ¿Rezar? ¿Cumplir? ¿Portarse bien y no hacer daño a otros? ¿Penitencias?... La respuesta puede ayudarnos a reconocer al “dios” en el que creemos y ayudarnos a purificar su imagen. Y es que pensando en la voluntad de Dios puede que respondamos a lo que aprendimos, a la idea que tenemos, pero no realmente a su voluntad.
Una persona
me compartió ayer cómo su abuela sanó situaciones de pérdidas familiares
gracias a su fe. Me decía que era una
mujer feliz, agradecida, trabajadora, nunca la oyeron quejarse de nada ni
criticar a otros, se deleitaba en la misericordia de Dios y estaba llena de su
amor, para ella siempre estaba todo bien, daba gracias a Dios por todo… era
feliz. Y concluía afirmando lo siguiente: “Creo que se ganó el cielo… He concluido que la voluntad de Dios es
llevarnos al cielo y asegurarnos allá su morada”
Pues bien…
esto último respondió a mi pregunta y voy a compartir cómo lo entendí porque me
da paz y siento que me libera. Si te ayuda te lo apropias pero si prefieres
seguir con tu idea olvida lo que leíste.
Vuelvo a la
afirmación anterior: “… la voluntad de Dios es llevarnos al cielo”. Y a partir de ella llego a la
siguiente conclusión: La voluntad de Dios es que estemos con Él, somos de Él,
pero para ello no hay que esperar a morirnos. Podemos vivir nuestro cielo aquí en la tierra en la medida que
permanecemos en Él… que vivimos en su
amor. ¡Vaya descubrimiento!. Pues sí, la verdad es que nunca lo había
considerado así. La voluntad de Dios no tiene que ver con el dónde, el cómo, el
con quién, el qué… y es que estos tan solo son medios que nos acercan o nos
alejan de Él. Si queremos permanecer unidos a Él deberemos tomar decisiones
encaminadas a ello. Los medios tan solo son medios, si los convertimos en fines
podemos quebrarnos la cabeza preguntándonos o preguntándole por su voluntad y
no encontrar respuesta porque su voluntad solo es una: La unión con Él. Y la
unión con Él tiene que ver con todo lo que se relacione con el amor. Buscar y
elegir aquello que nos lleve a amar más. ¿Puede haber otra manera de unirnos a Él?
“Bendito quien confía en
el Señor y pone en el Señor su esperanza. Se asemeja a un árbol plantado a la
orilla del río, y que alarga sus raíces hacia la corriente; no tiene miedo de
que llegue el calor, su follaje se mantendrá verde; en año de sequía no se
inquieta, ni deja de producir muchos frutos”. Jeremías 17, 7-8
Feliz quien busca estar unid@ a Él... será como un árbol plantado
junto al agua.
La verdad es, que quería contestar a tu pregunta. Escuche alguna vez que al rezar el Padrenuestro y llegar al HÁGASE TU VOLUNTAD hay quien lo dice bajito y rápido no vaya a ser que...
ResponderEliminarPorque pensamos que la Voluntad de Dios nos va a traer algo negativo?
Yo solo se decirte que en mi vida deseo con todo mi corazón hacer SU VOLUNTAD. Que lo que hago sea lo que EL quiere y así muchas veces he de cambiar mis planes y eso ya no me angustia ni me preocupa y ahí siento gran alegría.
Ojalá que como tu dices hoy mi vida sea una con EL!!
GRACIAS GLORIA.
Coincide con la idea que tengo de ello.
ResponderEliminarPorque en el Cielo reina su Voluntad del PADRE y allá todo es armonía y Felicidad.Si acá, hiciéramos lo mismo, también sería así, reinando su Voluntad en nosotros.El AMOR sería la Fuente y el Motor de nuestras vidas.