El otro día, en el funeral de mi abuela, mi hermana compartía el tesoro que son las
personas que te quieren. Y estoy totalmente de acuerdo. El amor de los otros
habla del amor de Dios, son expresiones “pequeñitas” de su amor. A veces nos
conformamos con eso, y lo agradecemos como no podía ser de otra manera, pero
aspiramos y anhelamos un Amor más grande que fue el que nos creó y hacia el que
caminamos.
Expresamos nuestro cariño a los otros por medio de una llamada, un
encuentro, un abrazo, un regalo…
Yo no soy muy de regalos. No me emociona que me regalen algo pero
sí valoro mucho los pequeños detalles y será por eso que a mí también me gusta
ofrecer lo que a mí me hace tanto bien.
Qué poco cuesta amar, hacer felices a los otros… Como decía el
otro día una amiga: “Para cuatro días que vivimos ¿qué necesidad tenemos de
hacernos tanto mal?”.
Continuemos regalando vida, cariño, esperanza, consuelo, alegría…
Continuemos sembrando cada uno con lo que tiene… Juntos podemos lograr
construir ese Reino que tanto anhelamos.
Gracias Leo por inspirar este escrito.
Gloria le acompañamos en estos momentos y gracias por esta bella catequesis de amor, desprendimiento ..para construir!!!
ResponderEliminarGloria, siento la muerte de su abuela
ResponderEliminarLas abuelas son un regalo de Dios
La lección de amor que pudiste experimentar, una maravilla de generisidad y prueba del Amor de Dios
Un abrazo
Gracias Gloria por compartirlo!!
ResponderEliminarGloria siempre nos enseña que desde el amor se construye todo
ResponderEliminarEs una bendición haberle conocido y en mis batallas siempre ha Sido un ángel que Dios me envía .